El hobby de Pau Riera, de 19 años, le ha llevado a conseguir una plaza en una prestigiosa universidad americana. Con tres años, este joven mallorquín ya practicaba tenis. Iba con la intención de convertirse en un jugador profesional, «pero cuando llegué a segundo de bachiller me di cuenta de que compaginar ambas cosas era difícil. Y yo también tenía otras ambiciones, como estudiar una carrera», explica. Y su sueño se hizo realidad.
Pau es beneficiario de la beca deportiva de la Fundación AGM que le permite compatibiliza el tenis y una carrera de ingeniería eléctrica en la Eastern Illinois University. «El sistema educativo es muy diferente. Allí le dan más importancia a la parte práctica». Pau estudia en uno de los centros de primera división. «La diferencia es que hay un nivel más alto y también te pueden garantizar más beca porque son costosas».
En su caso, disfrutará de esta ayuda durante los cuatro años que dura su estudio y, debido a sus buenas notas, también ha conseguido un año extra de ayuda, «con la que aprovecharé para estudiar un máster».
Aunque Pau emprendió el camino «un poco nervioso» hacia EE UU, lo cierto es que enseguida se amoldó: «Tuve la suerte de que mi equipo me arropó desde el primer día».
Pandemia
Pese a que sus notas han sido excelentes en este primer curso, Pau es uno de los cientos de alumnos que han tenido que abandonar el país americano debido a la pandemia. La crisis sanitaria le pilló en medio de un viaje a Florida para competir. «Tuvimos que regresar al campus. Estuve un mes y medio sin saber qué hacer, nos cancelaron todo». No fue hasta el 21 de abril que, por la situación, volvió a Mallorca. Recuerda que fue un vuelo de 26 horas.
A pesar de esta situación, este mallorquín tiene previsto continuar sus estudios y retomar con su equipo las competiciones canceladas. Uno de sus objetivos profesionales es continuar creciendo en América y conseguir prestigio en su campo de estudio.