El legado millonario de Constatin Dragán, el hombre más rico de Rumanía, no es cosa de España. La Audiencia Provincial ha revocado la sentencia de primera instancia que reconocía al hijo ilegítimo del magnate el derecho a cobrar una parte proporcional del legado: una fortuna calculada en 150 millones de euros.
Dragán falleció en Palma en el año 2008 y poco después se inició una pelea legal entre la mujer con la que se casó en 1995, Daniela Verónica Gusta y con la que tuvo tres hijos y su descendiente ilegítimo, Michael Periklis Fink, reconocido como hijo a partir de un juicio que se celebró en Alemania.
La nueva decisión judicial considera que los tribunales españoles no tienen competencia porque Dragán tenía desde el año 2000 nacionalidad griega. De esta manera, en virtud de un convenio europeo en vigor desde agosto de 2015 (cuando ya se había dictado la primera sentencia) tienen que ser los tribunales de Grecia quienes decidan. La Audiencia rechaza de esta manera cualquier alegación sobre el fondo del asunto.