La designación de Pere Joan Pons como cabeza de lista del PSIB-PSOE al Congreso es fruto de una profunda reflexión de Francina Armengol. La presidenta necesitaba un candidato con dos ejes, que cumple perfectamente Pons. Por un lado no es una persona que haya dejado heridas internas en la dura pugna de los pasados procesos de primarias. Estuvo siempre junto a Francina, desarrolló su tarea y superó el trago sin quemarse. No está mal visto por el antiguo sector calvista. Prueba de ello es que en la reunión de este jueves del Consell Polític, donde Francina presentó a la dirección del partido la candidatura de Pons, estaban presentes destacados antiguos calvistas como el alcalde José Hila, Carles Bona, Bàrbara Galmés o José Luis Mádico. Fue «un buen síntoma el ambiente de calma» y de «relativo optimismo», que se respiraba. «Hubo aplausos sinceros».
Los malos resultados obtenidos por Ramon Socias el pasado diciembre se debieron, en buena parte, a la debacle padecida en Palma por los socialistas. Todo indica que los antiguos calvistas no se rompieron el espinazo por Ramon. Todo lo contrario. Socias había sido el candidato oficialista que se enfrentó a Hila en las primarias del 14 «y eso se notó».
Pere Joan Pons, periodista que ha vivido en diferentes ciudades de Europa y que ha trabajado en medios como Euro News, fue fichado por Francina en 2007. Casi siempre ha estado junto a la presidenta en trabajos de estrategia y asesoría. Es un teórico, pero ya tiene experiencia de campañas electorales ya que formó parte de la lista a las elecciones europeas en 2014. Vive en Palma aunque tiene un pie en la Part Forana. Es hijo del histórico diputado socialista Damià Pons.
Francina le quiere en Madrid para que sepa explicar los problemas y los objetivos del Govern. Necesita una persona informada al milímetro sobre las dificultades de la financiación autonómica, sobre las inversiones más urgentes que necesita el Archipiélago y también lograr una mejor consideración y respeto de Balears en Madrid. Pons también puede aportar una visión mucho más original y lúcida de la cuestión catalana de la que tienen en Madrid. Se le presenta una campaña difícil porque habrá de resistir el embate de Podemos con un discurso coherente e ilusionante. No lo tiene fácil, pero si cuenta con el apoyo de su partido, especialmente en Palma, «puede obtener un buen resultado». En eso confían en el Consolat.