Las heridas abiertas en el PP son tan profundas que tanto los críticos como los leales a José Ramón Bauzá dan por hecho que será imposible alcanzar un acuerdo sobre la persona que debe dirigir el partido tras la forzada salida del presidente. El PP se prepara para que una dirección colectiva asuma el mando hasta el congreso del principios del año que viene.
El secretario general de la formación, Miquel Vidal, comenzó este viernes los contactos con los diversos sectores del partido y ha convocado una reunión para el lunes a la que asistirán los presidentes insulares de la formación, entre otros dirigentes. Vidal habló también con Biel Company ya que el sector crítico estará representado en este grupo de personas que dirigirá al PP hasta el congreso.
Todavía es una incógnita quién encabezará el grupo, pero el expresident del Parlament, Pere Rotger, no renuncia a ello pese al intento de Bauzá de apartarlo del control por estar imputado. Bauzá fue tajante en su intervención: quien tutele el partido no puede estar imputado.