La candidata del PP balear al Consell de Mallorca, María Salom, ha defendido este sábado la seguridad de los ciclistas en las carreteras de la isla, con los que se ha reunido este sábado, en concreto, en el Coll de sa Creu.
Precisamente, este tramo viario de Palma, muy transitado por los ciclistas, es uno de los puntos que han sido mejorados esta legislatura por parte del Consell de Mallorca con un gasto 470.000 euros.
Al igual que ha ocurrido con otras obras de mejora, el criterio que se ha seguido son las aportaciones realizadas por la Comisión de Seguridad Viaria, ha señalado el PP en un comunicado.
Este órgano consultivo fue creado en 2012 por iniciativa del Consell y en el mismo participan instituciones, entidades y colectivos como la Guardia Civil, la Federación de Ciclismo, la Dirección General de Tráfico, la Federación Empresarial Hotelera y la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears.
Otras mejoras realizas son las de la carretera del Cap de Formentor, la iluminación del túnel de Monnàber, diferentes mejoras en el tramo Manacor-Sant Llorenç, Menut, Tolleric, Muro-Sineu e Inca-Lloseta, además de la rehabilitación de la carretera Selva-Campanet, actualmente en ejecución.
También se ha acometido el arreglo de un trayecto de seis kilómetros de la Carretera Vella de Bunyola, en el tramo S'Indioteria-Santa Maria del Camí.
En conjunto, las inversiones ascendieron el pasado año a 7 millones de euros, y para el presente ejercicio se ha presupuestado una partida de 18,5 millones de euros.
Todas estas reformas, tal como solicitaba el colectivo ciclista, servirán para mejorar la movilidad de los ciclistas en aquellas carreteras de Mallorca en las que resultaba más difícil la práctica de este deporte a causa de su mal estado.
Salom ha recordado que la isla recibe cada año más de 150.000 ciclistas, además de los miles de ciudadanos mallorquines que se suben a la bicicleta regularmente.
El turismo ciclista es una fuente más de ingresos y riqueza para Mallorca que hay que cuidar, ha defendido Salom.
Para el PP, las carreteras han de estas abiertas a todos los usuarios, tanto automovilistas como motoristas o ciclistas, y han de ser seguras, además de compatibles y respetuosas con el entorno.