El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado, con la mayoría del PP, una modificación inicial del contrato entre la institución y la concesionaria de Son Reus, Tirme, que permitirá a la empresa importar residuos de fuera de Mallorca para ser incinerados en la isla.
Esta modificación, que ha sido votada en contra por los grupos insulares de la oposición, ha encendido los ánimos en el pleno del organismo insular, ya que tanto PSIB-PSOE como Més per Mallorca han cuestionado una vez más la actuación del equipo de gobierno de la institución insular respecto a la importación de residuos.
La consellera socialista Mercedes Garrido ha insistido en que su grupo advirtió de la ilegalidad de la aprobación en el pleno del pasado 13 de diciembre de autorizar la importación de residuos de fuera de Mallorca y su incineración en la isla, ya que era necesaria antes una modificación de contrato con Tirme con todo el proceso legal que este requiere.
La modificación aprobada hoy saldrá a exposición pública para las respectivas alegaciones durante treinta días a partir de su publicación oficial este sábado en el BOIB, ha señalado la consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, que ha defendido la decisión en este asunto de su equipo de gobierno.
Por su parte, la consellera de MÉS per Mallorca Magdalena Palou, cuyo grupo pidió ayer la dimisión de Soler,ha calificado de «indecente» que se permita la acumulación de residuos en Son Reus mientras se espera la autorización legal para su incineració