Josep-Joaquim Esteve Vaquer (Vall de Uxó, 1970) es un apasionado de la música, su historia y sus orígenes, que ha dedicado su vida a las bandas de música, sector donde no sólo es profesor e instrumentista, sino también un historiador obstinado y pertinaz que invirtió 12 años de su vida investigando este tema para publica la Història de las Bandes de Música de Mallorca (Volumen 1).
El músico valenciano reivindica las bandas y su labor social: «La gente no es consciente de la labor social y cultural de las bandas de música, están olvidadas, sólo nos acordamos cuando salen en una fiesta o en una procesión, pero no se tiene en cuenta la labor que hacen durante todo el año, entre otras cosas, enseñando música a los niños».
En relación al libro, publicado por el Consell de Mallorca, explica: «Las bandas, tal como las entendemos hoy en día, son un fenómeno del siglo XIX, pero sus orígenes se remontan a las primeras asociaciones de instrumentistas que aparecen en el XV». Estas eran agrupaciones de ministriles que estaban al servicio de la Iglesia y de los estamentos civiles. Por otra parte, Esteve recuerda la importancia de las bandas militares en el inicio de estas agrupaciones: «Las bandas civiles del XIX venían de la parte militar y de la tradición de las asociaciones de los ministriles, fue la confluencia de las dos vertientes». Cuando en 1791 se formó el Regimiento de Milicias de Mallorca se creó la primera banda de música en una unidad militar mallorquina y fue en 1824 cuando aparece en Palma la primera banda civil, cuyo director fue Juan Capò.
De esta época el autor resalta la importancia de la música en la Isla: «A finales del XIX, quien no sabía tocar el piano era prácticamente un analfabeto. Hay escritos de Antonio Noguera que cuentan que al pasear por Palma se oía constantemente un piano». Prueba de ello es que, a principios del XX, ya había en Palma cinco ó seis almacenes o casas de música.
Otro hecho fundamental en la evolución de las bandas de música, que amplió en gran medida las posibilidades sonoras, fue la Revolución Industrial, período en el cual surgen inventos tan importantes como el saxofón, que desarrolla nuevas familias instrumentales inventadas por Adolf Sax.
En cuanto a los repertorios de música, hasta el XIX se interpretan selecciones de óperas y zarzuelas reconocidas por el público como las obras de éxito en teatro Guillermo Tell, de Rossini, o El asedio de Roma, de Donizetti. Ya en el XX se pasa a las transcripciones de obras sinfónicas como las de Tchaikovsky o Beethoven, creando así una forma de popularizar la música culta.
Una anécdota interesante que relata Esteve se refiere a la banda del Regimiento 36 de Palma entre 1937 y 1939. Como los músicos no iban al frente, Josep Balaguer Vallés creo una banda-orquesta integrada por decenas de jóvenes mallorquines que se salvaron de ir a luchar en los frentes de la Península.