LITERATURA

Sergio Copete realza la «frescura a los clásicos» en su nuevo libro

El ganador del Premio Loewe regresa al panorama editorial con la obra ‘Soplos de eterna juventud’

Sergio Copete

El poeta y antólogo Sergio Copete

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Ganar el Premio Loewe Joven de Creación Poética, uno de los más relevantes del estado español, con 19 años, no es algo muy común. El mallorquín Sergio Copete lo consiguió con La ciudad de las delicias, el relato en verso de su llegada a una nueva ciudad, Barcelona, para estudiar la carrera de Filología Clásica. Después de años de silencio poético, ahora publica Soplos de eterna juventud. 100 breves poemas para descubrir la poesía de Grecia y Roma, una antología de poetas clásicos griegos y romanos en la que aparecen nombres fundamentales como Catulo, Safo u Horacio, publicada por la editorial Hiperión. El título de la antología hace referencia a una afirmación de Plutarco, con la que se abre el volumen, que este pronunció ante una «nueva» Acrópolis, que contaba en aquel momento con 500 años de historia, y de la que dijo que estaba dotada de un soplo de juventud eterna.

Copete marca el inicio del trabajo de la antología y de la traducción de los poemas al finalizar la carrera, y mientras preparaba su Trabajo Final de Grado (TFG), que versó sobre el apoyo de los textos clásicos y los poemas como materia para la formación del alumnado. «Comencé a traducirlos hace años, con la idea de ofrecer una visión general de la poesía griega y romana. Luego, pasé por la docencia y quedaron aparcados un tiempo. Tras pedir un año sabático en el trabajo, me puse a repasarlos y les fui dando forma», señala el poeta, que tuvo claro desde el principio que Hiperión debía ser la editorial que se hiciese cargo de la publicación de Soplos de eterna juventud.

«Se lo envié a ellos y me contestaron en poco tiempo, y me dijeron que sí. Lo cierto es que no lo tuve que mover mucho. Era mi opción primera, ya que publicaron antologías que fueron importantes para mí y que leí durante mi época de estudiante», sostiene el escritor mallorquín, que durante sus años de docente pudo enriquecerse con la visión de los alumnos, cosa que le permitió valorar qué textos funcionaban mejor. «Trabajamos algunos poemas en clase, para tener otros puntos de vista y ver cómo reaccionaban ellos con los temas tratados», remarca el antólogo, que optó por una traducción nada habitual de los textos; manteniendo el verso, por un lado, y dotándolos de cierta «frescura» en el uso del lenguaje, cosa que le llevó a decantarse por palabras menos técnicas. «Opté por traducir de forma vulgar algunos términos, justamente para devolverles cierta frescura que no se da en otras traducciones que, por otro lado, tienen muchos aciertos filológicos. Creo que ese es el motivo de que algunos poemas resulten temáticamente tan próximos y actuales. Nuestra sociedad, al menos en ciertos aspectos y a la hora de tratar algunos temas, se parece mucho al mundo clásico», subraya.

Tampoco están organizados los poemas del libro, como resulta habitual en este tipo de antologías, por autores, sino que aparecen en cuatro secciones temáticas que repasan las constantes de la poesía clásica. En la primera parte aparecen los poemas ligados al erotismo y a la vitalidad; la segunda se corresponde con los textos de sátira y con la tradición yámbica, y la tercera y la cuarta abordan los poemas morales y los epitafios, respectivamente. «He intentado que el conjunto resulte variado y ameno, y que constituya en sí mismo una especie de itinerario que se asemeje más a un poemario que a un libro de texto», dice Copete, a la vez que añade: «Pese a que el título puede llevar a equívocos, no quise que los poemas hablaran solo de la juventud, pese a que es un tema importante y muy trabajado en el mundo antiguo», concluye el autor de La ciudad de las delicias.

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