ENTREVISTA

Joan Punyet Miró: «No quiero ser pintor, sino un creador de espacios»

El artista Joan Punyet Miró inaugura en marzo su exposición en Madrid bajo el título de ‘Monocromías’

Joan Punyet Miró, nieto del pintor catalán Joan Miró

Punyet Miró, nieto del pintor catalán Joan Miró, posa para este diario | Foto: T.Ayuga

| Palma |

La nueva exposición de Joan Punyet Miró (Palma, 1968) en Garaje Lola, el espacio ubicado en el céntrico barrio de Tetuán en Madrid, es una introspección que se alimenta de la infancia del mallorquín en la Isla con varios pilares que sustentan sus recuerdos.Por un lado, el mar, el cielo, las montañas, el sol. Por otra parte, el azul, el rojo y el amarillo de su abuelo, el genio catalán Joan Miró. Dos sustentos nada desdeñables para crear Monocromías, la muestra con la que Punyet Miró pretende crear «ventanas al alma» y que llega a la capital del 4 al 9 de marzo con cinco obras de gran formato, «monumentales», además de otras más pequeñas y fotografías realizadas por Catherine Ulmer que recogen la labor de Punyet Miró.

¿Cómo nace esta exposición y cuál es el objetivo de la misma a nivel artístico?
— El origen de la muestra es que no quiero ser un pintor, sino un creador de espacios, y estos espacios son ventanas al alma. Para acceder al espíritu, como el budista japonés que llega al vacío, la ventana hacia ese vacío es, para mí, la máxima expresión del color puro. Por eso he creado mi rojo, mi azul, mi amarillo, mi blanco y mi negro. No apoyados sobre una tela, sino que he creado pastas que con la mano aplico y dejo secar para luego pintar con las tintas. Así creo unas ventanas de libertad para que la gente entre en ellas con campos cromáticos en los que pueda verse uno mismo.

¿Busca que no haya separación entre el espectador y la obra?
— Sí. No hay caballos, casas, puentes... es una pintura no figurativa tal y como la entiende la academia, pero sí son figurativas desde el concepto del alma, del espíritu y desde el del ser humano. Para mí son espejos del alma.

Si son espejos del alma, entiendo que lo son también de la suya, ¿qué reflejan de usted mismo?
— Pues mi infancia en Mallorca. He intentado recordar cuando tenía 10 años las visitas al estudio de mi abuelo en Palma y cómo me impactaron todos los rojos, verdes y amarillos que tenía en sus cuadros. Creó un impacto cromático enorme que ha ido eclosionando con los años y dentro de mí ha surgido esa necesidad de darme tiempo para madurar y ahora puedo exteriorizar esa experiencia vital de cuando solo era un niño.

Se trata de colores que, además, son muy mallorquines y se pueden ver en las puestas de sol, la Serra, el mar... ¿le ha influido la propia Isla?
— Sí, es una vuelta a mi infancia mallorquina.Nací en Palma, soy mallorquín y toda mi vida ha estado vinculada a Mallorca, a sus playas, sus montañas, el color del cielo y el azul del Mediterráneo deja un poso en ti que es difícil de explicar. Cuando estuve 10 años fuera formándome para llevar exposiciones y catálogos de mi abuelo sentía la añoranza brutal del mar, el cielo, etcétera. Ahora sale a la luz todo lo que ha estado dentro de mí.

Siento nieto de quien es,¿cuesta atreverse a pintar?
— Yo hago el paralelismo siguiente: el que es hijo de notario es notario; el que es hijo de farmacéutico, es farmacéutico; y el que es hijo de abogado es abogado. Yo lo llevo en la sangre. Mi madre era la única hija deJoan Miró y yo lo he heredado y es algo que a través de los años se ha naturalizado como una vital expresión cromática que no puedo apagar. Si lo apago tengo una crisis existencial porque es como dejar de lado parte de tu ser.

Lo siente como una pulsión.
— Sí, a través de la maduración y los años. Y lo noto no solo en mi evolución con la pintura, sino también en la música. Presentaremos allí con mi banda derock and roll [The Mad Recyclers], mi nueva canción, Blue, para hacer homenaje a mi cuadro Azul.

¿Qué supone para su carrera exponer en Madrid?
— Madrid es ahora mismo la capital cultural de España y es un privilegio absoluto exponer allí y con un concierto además. Estoy muy feliz.

Los materiales utilizados para los cuadros, además, son reciclados, ¿qué importancia le da a este hecho?
— Es el proceso de ir por la playa y la montaña a buscar ramas, piedras y huesos para hacer luego esculturas y en Madrid se verá esto en las fotografías que me han hecho durante esta busca del canto de la tierra. Mi abuelo y Camilo José Cela hablaban del canto de la tierra, cómo los humanos venimos del polvo y polvo seremos, y todo está en contacto con la naturaleza. Es parte de nuestro ser.

¿Se nos ha olvidado esta conexión como sociedad?
— Sí y lo pagaremos caro porque vivimos en un mundo digital, de IA, y por eso defiendo la creación natural y humana. Expreso mi preocupación de que estemos alejándonos de la naturaleza y cayendo en una tercera dimensión que nos puede confundir mucho.

En julio llega la exposición más grande de Miró en Palma, ¿qué sensaciones tiene ante ella?
— Muy buenas. Hay que tener en cuenta que mis abuelos dejaron esta fabulosa fundación y luego la familia Miró ha creado otras más, la de Barcelona y la de Tarragona. Generosidad como la de la familia Miró solo hay una y su legado es brutal. Creo que puede dar ejemplo a que otras familias de artistas entiendan la importancia del arte y de crear plataformas que ayuden a nuevos creadores a encontrar su espacio.

Además es el fruto de la colaboración de varias instituciones que demuestran la importancia de la figura de Miró y su reconocimiento, ¿es motivo de orgullo?
— Totalmente. Además mi abuelo era amigo del rey Juan Carlos y ahora vendrá Felipe VI a inaugurar la muestra en julio. Miró es un referente internacional que trae turismo de calidad y no el sol y playa.

4 comentarios

PassKul PassKul | Hace 4 meses

Cualque cosa ha de fer....

user NaBel | Hace 4 meses

Quina feinada toda su vida

Moscardó Moscardó | Hace 4 meses

Una monada, idò creador de espasios serás, domes faltaría..

user Lovespierre | Hace 4 meses

Tranquilo, no lo eres.

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