Dicen que la edad es tan solo un número. Pues bien, la mallorquina Cecilia Navarro lo ha demostrado y con solo 18 años es la ganadora del Premi Josep M. López-Picó de poesía. La joven confiesa a este diario estar «encantada» con este reconocimiento y admitió que «envié el poemario a distintos certámenes, pero en ningún momento pensé que ganaría; ni cuando me comunicaron que iba a ser finalista se me pasó por la cabeza que, una chica tan joven y sin experiencia, podía ser la ganadora». Al final, el jurado falló a su favor.
El Ayuntamiento de Vallirana, Barcelona, entregó en su edición 45 el galardón al mejor poemario a Navarro por La mamella de Déu. El resultado se dio a conocer hace unos días en una celebración literaria en el restaurante Selva Negra de la Ciudad Condal. Sumado al honor y el prestigio que le otorga ser la ganadora, el premio está dotado con una recompensa económica de 3.500 euros. La obra, además, será publicada por la editorial barcelonesa Viena Edicions.
Obra
El poemario La mamella de Déu está dividido en cinco capítulos, plasmados como «cinco encuentros con Dios» para hablar de distintos temas, como la ansiedad o la sexualidad desde el lado más espiritual. El título no deja indiferente a nadie. En la religión, la figura de Dios siempre se ha identificado con un ser masculino. Navarro juega con la palabra Déu y con el término mamella. La figura maternal cobra sentido con la «espiritualidad».
Su corta pero exitosa carrera literaria empezó hace no mucho, cuando con 15 años se inició por la literatura con un poema llamado Sacrifico, que abre ahora su premiado libro. Su formación hasta llegar aquí es corta, pero «a través de distintos cursos, talleres y ayuda de profesores he aprendido mucho», reconoce Navarro.
La escritora define su estilo como «actual y accesible». Su forma de escribir contiene rasgos de la poesía de los años 50 y 60, donde destacan escritores como Claudio Rodríguez o Leopoldo María Panero. En cuanto a sus referentes, asegura tener «muchísimos», pero se queda con Anne Sexton, del mundo anglosajón, y con Montserrat Roig o Felícia Fuster. La pasión por la escritura no la ha heredado. Es la rara avis de su familia, donde es la única de letras en una familia donde predomina la ciencia.
La joven mallorquina se encuentra trabajando en nuevos proyectos, como un poemario sobre un tema tabú: lo que no se dice en una familia. Y a pesar de seguir trabajando la poesía, no cierra ninguna puerta a otro tipo de géneros. No tiene todavía muy claro su camino, pero sí está segura de querer seguir aprendiendo y formándose. Actualmente, Cecilia Navarro reside en Barcelona y empezará este mes de septiembre sus estudios literarios en la Universitat Autònoma.