Corría el mes de septiembre del año 1994 cuando el mito del cine Kirk Douglas pisó Mallorca por primera vez. Invitado por su hijo Michael, con residencia en s'Estaca desde hace unos años antes, el actor protagonista de Espartaco disfrutó de unos días muy familiares en la residencia de Valldemossa.
Aquella fue la primera y única vez, al menos de forma pública, que el mayor del clan de los Douglas estuvo en Mallorca. De aquella estancia se recuerda una cena en s'Estaca, una velada de ambiente distendido con distintos personajes de la sociedad mallorquina, como el abogado mallorquín de Michael, Pep Melià, o el fundador y presidente de honor del Grup Serra Pere A. Serra.
En aquella ocasión, Kirk Douglas tuvo la oportunidad de conocer de primera mano las bonanzas de una isla que tantas veces le había contado su hijo, gran conocedor de Mallorca por sus estancias continuas desde finales de la década de los ochenta.
Michael Douglas esperó a tener s'Estaca acondicionada a su gusto, tras las intensas obras de reforma realizadas en la finca, para que su padre y su mujer, Anne Buydens, conocieran el mágico lugar. Kirk viajó a Mallorca en avioneta desde Venecia, donde había asistido a la inauguración del Festival de Cine.
Entre otros momentos el patriarca de los Douglas fue fotografiado en Mallorca asistiendo junto a su familia a un concierto de Els Valldemossa.