La actriz Lara Martorell formará parte del elenco del segundo largometraje que firmará Toni Bestard, aún sin título, en el que interpreta a una transexual «que va a cambiar la vida de los protagonistas», dos niños. «Es un personaje secundario, pero importante, que ha llevado una vida muy dura».
En la suya, Lara, que se formó en Madrid y Londres, es una mujer ‘trans' que hizo el cambio cuando iba al instituto, donde «lo pasé muy mal, fue devastador». Este sufrimiento le impulsó a dejar Mallorca «porque sentía que aquí no había nada para mí». Tras presentarse a un casting y ser elegida por Bestard, confiesa sentirse emocionada por dar el salto a la «gran pantalla».
No la conocemos del ambiente actoral local. ¿Dónde ha estado hasta ahora?
— Comencé a estudiar en la escuela de teatro de Ses Voltes de Palma cuando tenía siete años porque, desde que era muy pequeña, quería interpretar. De hecho tenía un sueño recurrente en el que participaba en una película. Mi madre me decía que los sueños se pueden alcanzar si se trabaja duro. Pero aquí soy una gran desconocida.
¿Cuál ha sido el motivo?
— Durante el tiempo en que hice el cambio no pude dedicarme a lo que quería porque tuve que enfrentarme a cosas muy duras, sufrí bullyng; tampoco me conocía bien, los profesores no me apoyaban, solo lo hacía mi familia. Cuando terminé en el instituto me fui a Londres para aprender inglés y formarme. Hice un taller en el Actor's Temple, donde estudié la técnica Meisner y rodé tres cortometrajes. Allí cogí muchas tablas. Luego, en Madrid, entré en la escuela de Cristina Rota por audición, pero no finalicé el curso por circunstancias personales. Como estoy algo oxidada, en agosto empezaré en Madrid un máster de interpretación en la Central del Cine al que también accedí por audición.
¿Qué tipo de actriz se considera?
— Del método, absolutamente, trabajar buscando la verdad en tu interior es la base, buscar la memoria sensorial. Le doy vida al personaje desde el criterio de mi realidad.
¿Cómo compondrá su personaje de mujer transexual?
— Como un homenaje me inspiraré en grandes actrices ‘trans', sobre todo norteamericanas, fuertes y muy conocidas; es un papel duro que nada tiene que ver conmigo.
¿Que le aportará trabajar en la película de Bestard?
— Lo primero cumplir el sueño de estar en la gran pantalla con un personaje así, las escenas en las que aparece darán que hablar, van a mover conciencias. Creo que trabajar con Toni, un director nominado a tres Goya, me abrirá puertas.
¿En qué registros se siente más segura, identificada?
— En papeles de mujer empoderada, de mala, de mujer maltratada por la vida. Aunque podría interpretar otros si me lo propusieran porque, ¿qué mayor reto puede haber para una actriz que le ofrezcan un desafío?
¿Qué opina de las protestas sobre que cualquier actor o actriz interprete a una persona transexual?
— Con la cantidad de actrices ‘trans' que hay creo que es una mofa al colectivo y un clown.
¿Es activista LGTB?
— Me identifico con el colectivo y lucho por los derechos y la igualdad de las personas transexuales. Ha llegado nuestro momento, no solo en el cine, sino en los puestos de responsabilidad, o en los colegios, sobre todo.