La Judicatura vasca ha homenajeado este viernes al juez José María Lidón, asesinado por ETA el 7 de noviembre de 2001, en un acto en el que el presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, ha defendido que «el duelo, además de individual, debe ser social». «No debemos vivir ni pensar ni sentir como si nada hubiera ocurrido», ha reclamado.
La cita, desarrollada en el atrio del Palacio de Justicia de Bilbao, ha contado con la asistencia, entre otros, del vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, de la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, así como de la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, y del asesor del Gobierno Vasco en materia penitenciaria, Jaime Tapia.
También se ha podido ver a numerosos representes de la Judicatura vasca entre los que estaban el presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, así como su antecesor en el cargo, Juan Luis Ibarra; la Fiscal Superior, Carmen Adán; la presidenta de la Audiencia Provincial de Bizkaia, Reyes Goenaga, y el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, entre otros.
José María Lidón era magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia y profesor de Derecho en la Universidad de Deusto cuando el 7 de noviembre de 2001 fue asesinado a tiros por ETA cuando salía de su domicilio en Getxo.
En su intervención, Subijana ha subrayado que 21 años después del asesinato de Lidón, la Judicatura vasca sigue «reivindicando su memoria pública como expresión de un acto de estricta justicia».
Transcurridos, además, once años desde el cese de la actividad terrorista, el presidente del TSJPV ha expuesto las «enormes coincidencias» que se dan, pese a la distancia generacional, entre los planteamiento del experto en materia de memoria y justicia Manuel Reyes Mate y un proyecto elaborado por jóvenes de segundo de Bachillerato del Colegio Claret Larraona de Pamplona «a la hora de perfilar la reflexión crítica que reclaman de la sociedad vasca y de las instituciones».
«Ambos planteamientos coinciden en la necesidad de combatir el olvido, evitando un discurso de borrado, aunque ello conlleve iluminar los agujeros negros de nuestra historia, así como en la esencialidad de la conversación intergeneracional sobre lo vivido para edificar nuestro presente y futuro sobre el cimiento de lo sucedido», ha argumentado.
Iñaki Subijana ha sostenido así que es «trascendental» construir a partir de la verdad de lo acaecido estos años, lo que, a su juicio, requiere «honestidad, generosidad, altura de miras y visión de futuro».
«Es importante también que se respete el dolor de las víctimas, que se tengan en cuenta sus necesidades o expectativas respecto a los victimarios y que no se caiga en el error de juzgarlas, de etiquetarlas, de utilizarlas», ha aseverado.
En este contexto, ha afirmado que «sólo el duelo permite cambiar» ya que «nos coloca donde estábamos, nos recuerda lo que hicimos y quiénes éramos y nos posibilita asumir nuestras responsabilidades».
«El duelo, además de individual, debe ser social. No debemos vivir, ni pensar ni sentir como si nada hubiera ocurrido. Lo acaecido es una lección dado que es lo que da que pensar. Hay que dar importancia ahora a lo que posibilite el cambio, esa novación necesaria para no repetir la historia, lo que implica hacer las cosas de otra manera a cómo las hicimos», ha expresado.
El rechazo a la injusticia
Por su parte, la Fiscal Superior de la Comunidad Autónoma del País Vasco, Carmen Adán, ha defendido que sigue siendo necesario recordar a José María Lidón para transmitir «el rechazo a la injusticia de su asesinato y del de todas las víctimas del terrorismo».
Tras valorar que la sociedad vasca ha cambiado, ha incidido en que la ciudadanía desea tener «voz y memoria» para poder así «impedir y olvidar lo que en realidad pasó».
Por su parte, la presidenta de la Audiencia Provincial de Bizkaia, Reyes Goenaga, se ha referido a la celebración de las XVII Jornadas en homenaje a José María Lidón, que se han centrado en esta edición en el estudio de la Eutanasia.
Goenaga ha puesto punto final al homenaje con la lectura del poema 'Ausencia' de Jorge Luis Borges y la interpretación musical de Belatsarena y El cant dels ocells a cargo de Garikoitz Mendizabal.