Tras el huracán covid, no solo es positivo celebrar que se haya recuperado el valor irremplazable de los eventos presenciales como palanca para el desarrollo de los negocios, el intercambio de conocimiento o el avance de la ciencia, sino también que Mallorca se haya reivindicado -y con éxito- como el nuevo place-to-be del sector MICE en la pospandemia. 2022 fue un año para coger impulso y demostrar que la propuesta de valor del destino Palma es verdaderamente competitiva, pues el apetito por esta «isla de la calma» (nunca tan acertado) no ha hecho más que crecer y crecer en este tiempo.
Sin duda, el aprendizaje de estos últimos años nos da las claves para afrontar el futuro con mejores garantías, donde además tenemos una gran oportunidad que aprovechar: la aceptación de Palma como destino para albergar congresos internacionales del sector médico-farmacéutico fuera de la temporada de verano, de acuerdo con los dos organismos más relevantes en la regulación de estos eventos, como son MedTech y Healthecare Venue, y que ha sido posible tras cuatro años de intenso trabajo.
La industria médico-farmacéutica es uno de los sectores dominantes del turismo MICE y, por ello, la captación de sus congresos es objetivo prioritario para Palma. Hasta ahora, podíamos sentirnos orgullosos de haber convencido al mercado nacional con nuestra propuesta de destino, pero ahora se abren las puertas para recibir a un mercado mucho mayor y que tendrá un impacto extraordinario en la isla a partir de 2024. Así que, en vista de este favorable entorno, también es positivo recordar la transformación del Mallorca Convention Bureau en entidad público-privada que nos ayudará a fortalecer la estrategia del destino. Nuestra visión debe ser siempre la de la mejora continua, porque igual de importante que es la atracción de la demanda, también lo es «retenerla», siendo capaces de ofrecerles las mejores experiencias y de adaptar nuestra oferta a las necesidades actuales de un cliente MICE que ha evolucionado mucho tras la pandemia.
A este punto, creo oportuno celebrar también la nueva Ley de turismo de Balears, que sienta las bases para que las Islas se conviertan en el primer destino circular del mundo. Los destinos sostenibles serán los grandes ganadores en esta nueva etapa que se abre para el MICE. Lo estamos viendo día a día cuando nuestros clientes, cada vez más, nos exigen medidas de reducción de impacto medioambiental, sensibles a la creciente necesidad de asegurar un legado positivo de sus eventos.
En el Palau de Congressos de Palma y en los hoteles de Meliá Hotels International en la ciudad llevamos ya varios años integrando la circularidad en nuestro modelo de gestión a través de nuestra adhesión al proyecto Finhava de Tirme, con el que buscamos mejorar la gestión de residuos que generamos en nuestras instalaciones y su reintegración en el ciclo económico. Además, seguimos avanzando en una propuesta de valor más sostenible, utilizando productos de bajo impacto ambiental, eliminando los plásticos de un solo uso, ofreciendo propuestas gastronómicas saludables donde prima el producto de proximidad y potenciando la movilidad sostenible. También hemos incorporado tecnología eficiente para reducir nuestro consumo de luz y agua y usamos energía verde de origen certificado en todos nuestros hoteles. Pero también queremos impulsar una transición positiva del sector de los eventos hacia modelos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente, por eso en 2022 comenzamos a pilotar un proyecto innovador para medir, reducir y compensar la huella de carbono de los eventos que se celebren en nuestras instalaciones, y que estaremos desplegando a lo largo de este año.
Esta es la nueva hoja de ruta para el futuro del turismo MICE y no debemos desperdiciar ni una sola ocasión para trabajar y diferenciarnos, porque las oportunidades para Palma, y para Mallorca en general, son infinitas si ponemos foco en ello.