Entre la residencia vacacional y el apartamento turístico suele haber problemas para diferenciarlos, y en muchas ocasiones, llevan a la confusión. Pero hay diferencias que no se deben pasar por alto a la hora de reservar una u otra modalidad de alojamiento para unas vacaciones.
Un alquiler vacacional ofrece una vivienda que pertenece a un particular que ofrece su casa para alquilar a turistas en periodos cortos, propios de unas vacaciones. Estos alquileres son los más comunes en plataformas mundialmente conocidas como Airbnb. Con estas ofertas los turistas tienen la posibilidad de vivir una experiencia más real del lugar que visitan, puesto que se alojan en lugares residenciales conviviendo con vecinos. Las casas suelen contar con todo tipo de utensilios y servicios propios de una familia, lavadoras, lavavajillas, a veces incluso garaje, etc.
Por otro lado, están los alquileres turísticos, que están pensados para este negocio desde su creación. Suelen ser un complejo de apartamentos, un edificio incluso. No son un hotel pero se parecen bastante. En muchas ocasiones las transacciones de checking y otros servicios se hace vía telemática, por canales como Whatsapp y aplicaciones de los propios alojamientos.
Por tanto, la primera diferencia es el motivo para el que se diseñó el hospedaje. Por otro lado, mientras la casa del alquiler vacacional es de propiedad privada y particular; en el caso del alquiler turístico, las casas son de carácter privado pero empresarial, es decir gestionado profesionalmente por una empresa del sector turístico, que normalmente es la propietaria.
La regulación legislativa de ambos alquileres también es diferente, siendo más restrictiva la del turístico que la del vacacional, pero ambas deben cumplir con las normas y leyes del país, comunidad y localidad a la que pertenecen.
Otra diferencia notable es que las residencias vacacionales suelen tener periodos sin oferta de alquiler, ya sea por el disfrute de sus propietarios, por reformas... En el caso de los edificios turísticos suele haber mayor disponibilidad sin ser habituales las restricciones en períodos de tiempo concretos.
La gestión en el caso del alquiler vacacional suele ser a través de una agencia, o incluso por los propios dueños, que se encargan del registro, de la limpieza, de atender la llegada y partida de los turistas para la entrega y recogida de llave... El alquiler turístico suele estar gestionado por empresas de servicios; por ejemplo, es habitual que estas viviendas de uso turístico tengan recepción 24 horas, ya sea presencial u online, limpieza diaria,...
Otra de las diferencias es la de las ganancias: el alquiler vacacional obtiene ganancias en base a temporadas altas o disponibilidad; por contra, los alquileres turísticos pueden ser más estables en el año, ya que se dedican exclusivamente a este ejercicio.