Conducir un vehículo en España implica mucho más que manejar con destreza y respetar las normas básicas de tráfico. Existe una dimensión menos visible, pero crucial para la seguridad vial, que tiene que ver con los objetos que transportamos dentro del coche. La Guardia Civil y la Dirección General de Tráfico (DGT) han reiterado que ciertos elementos, aparentemente inofensivos, pueden convertirse en una fuente importante de riesgo, además de ser motivo de cuantiosas multas.
La vigilancia en carretera no se limita a controlar la velocidad o el uso del cinturón de seguridad. También se examina minuciosamente qué objetos lleva cada conductor, cómo están sujetos y si pueden obstruir la conducción o poner en peligro a los ocupantes y terceros. El marco legal contempla prohibiciones estrictas, requisitos para transportar ciertos bienes y sanciones que, en casos extremos, pueden alcanzar hasta los 30.000 euros.
Antes de iniciar un viaje, es fundamental conocer qué está permitido en el interior del vehículo y qué puede acarrear sanciones severas, más allá de simples molestias administrativas. La responsabilidad comienza al revisar el contenido del coche, asegurándose que todo está correctamente colocado y que no hay elementos que puedan aumentar el riesgo de accidentes.
Riesgos de llevar objetos sueltos dentro del vehículo
Uno de los errores más habituales al conducir es permitir que objetos ligeros y sueltos permanezcan dentro del habitáculo, sin ninguna sujeción. Botellas, mochilas o incluso dispositivos móviles que quedan sueltos pueden convertirse en proyectiles en caso de frenazos bruscos o colisiones, aumentando así el riesgo de lesiones graves.
Este tipo de conducta no solo compromete la integridad física de los pasajeros, sino que también podría suponer una infracción si la Guardia Civil determina que ha existido negligencia en la sujeción de la carga dentro del coche. En España, la normativa obliga a asegurar la carga para evitar que pueda desplazarse y causar daños.
Objetos prohibidos y las multas más severas
Además de los objetos flojos, existen otros elementos cuya simple presencia en el vehículo es ilegal o está fuertemente regulada. Por ejemplo, el uso o la tenencia de detectores de radar está terminantemente prohibido. Aunque en otros tiempos hubo confusión legal, la normativa actual es clara: tanto utilizar como llevar instalado un detector en el coche implica una multa de 500 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir.
Otro aspecto relacionado es la visibilidad del conductor. Decoraciones dentro del coche, tales como figuras en el salpicadero, colgantes en el retrovisor o pegatinas excesivas en el parabrisas pueden bloquear la visión. La legislación española exige que el campo visual sea completo y sin interferencias, por ello, los agentes pueden imponer sanciones si detectan elementos que obstaculizan la visión y representan un peligro.
Transporte de sustancias peligrosas
Uno de los casos con multas más elevadas concierne al transporte ilegal de sustancias peligrosas. Esto incluye materiales inflamables, químicos tóxicos o explosivos, como los combustibles o ciertos productos de limpieza industrial. Estas sustancias solo pueden trasladarse bajo condiciones muy estrictas, normalmente por profesionales cualificados y en vehículos especializados que cumplen con requisitos de señalización y almacenamiento.
Si la Guardia Civil detecta la presencia de estas sustancias sin el permiso adecuado o sin las condiciones correctas, la multa puede llegar hasta los 30.000 euros, además de la inmovilización inmediata del vehículo. Esta medida responde a la gravedad que implica la posible liberación de estos materiales en un accidente.
Armas y objetos cortantes: qué está permitido y qué no
La legislación española también regula estrictamente el transporte de armas y objetos cortantes. Mientras que navajas pequeñas, con una hoja menor a 11 centímetros, pueden llevarse siempre que se justifique su uso y estén adecuadamente guardadas (preferiblemente en el maletero), otros tipos de cuchillos, como los automáticos, mariposa o de combate, están prohibidos salvo casos excepcionales relacionados con la profesión.
En cuanto a las armas de fuego, solo es legítimo transportarlas con licencia válida, siempre descargadas y almacenadas junto a la munición de forma separada y en un estuche cerrado. Además, el conductor debe poder probar la necesidad del traslado y limitarse a trayectos autorizados.
Sanciones y recomendaciones para evitar multas
Las multas asociadas a estos incumplimientos varían considerablemente en función de la gravedad, pudiendo ir desde sanciones leves de alrededor de 300 euros hasta importes que alcanzan los 30.000 euros, especialmente en situaciones de reincidencia o cuando el riesgo para la seguridad vial es muy alto.
La prevención y la prudencia son las mejores herramientas para evitar problemas. Se recomienda revisar cuidadosamente el interior del vehículo antes de cada salida, asegurar la carga y no transportar objetos no indispensables o que puedan obstruir la visibilidad o convertirse en proyectiles.
En un control policial, siempre es aconsejable poder justificar la presencia de cualquier objeto dentro del coche y demostrar que no supone un riesgo para la circulación o la seguridad de los ocupantes.
Esta hacienda encubierta empieza a ser una organización sospechosa más que civil…