La cuenta atrás para el regreso a las pistas de Rafael Nadal se ha activado sobre tierra batida. El tenista mallorquín se ejercita esta semana en las pistas cubiertas de su academia en Manacor tras lesionarse el pasado 18 de enero cuando disputaba el Abierto de Australia y lo hace sobre la superficie roja a la espera de definir su calendario una vez que parece poco probable su vuelta en la gira norteamericana que arrancará en el Masters 1.000 de Indian Wells.
Aunque aún no ha hecho oficial sus planes inmediatos, Nadal está ejercitándose de forma progresiva sobre tierra batida, lo que apunta a la posibilidad de que centre sus esfuerzos en llegar en las mejores condiciones posibles a un tramo crucial de la temporada para él descartando el cemento estadounidense. No en vano ha coleccionado la mayor parte de sus éxitos sobre tierra y las condiciones de dicha superficie son menos agresivas para su físico, por lo que sus plazos de recuperación le sitúan en una situación más propicia para preparar a conciencia la campaña de arcilla que arrancará en el Masters 1.000 de Montecarlo el próximo 9 de abril.
Nadal sufrió una lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda en la segunda ronda del Open de Australia con Mackenzie McDonald y su última revisión en Barcelona apuntó a la necesidad de hacer nuevas pruebas este mes de febrero para calibrar la evolución de su dolencia. Por el momento se ha visto obligado a renunciar a los torneos de Doha y Dubai y a la exhibición en Las Vegas que tenía prevista con Carlos Alcaraz. Aunque aún no es oficial todo apunta que su próxima renuncia llegará en Indian Wells, ya que el margen de maniobra para su recuperación es demasiado justo y se presume más idóneo centrarse en la tierra batida.