Después de verse obligado a despedirse del Abierto de Australia lesionado, Rafael Nadal se ha sometido a nuevas pruebas para evaluar el estado de su dolencia. El examen al que se ha sometido en la Clínica Tenis Tecknon de Barcelona ha revelado el mismo pronóstico que su equipo hizo público en Melbourne y que cifran entre seis y ocho semanas de baja desde el momento de la lesión. En tres semanas se prevé una nueva actualización sobre el estado de una lesión que condiciona su calendario en los próximos meses.
La prueba realizada en Barcelona este jueves ha deparado los mismos resultados que en Melbourne y los mismos plazos. Bajo la supervisión de su doctor de confianza, Ángel Ruiz-Cotorro, se han establecido los tratamientos a seguir y en tres semanas Rafael Nadal realizarán nuevas pruebas para ver la evolución de su lesión de segundo grado en el psoas ilíaco de su pierna izquierda. En una fase inicial la recuperación del campeón de 22 títulos de Grand Slam pasa por realizar reposo deportivo y una fisioterapia antiinflamatoria con el objetivo de retomar los entrenamientos lo antes posible.
Los plazos de recuperación establecidos hacen inviable su participación en el torneo de Doha en el que tenía previsto jugar entre el 27 de febrero y el 4 de marzo. Tampoco parece posible su presencia en la exhibición que tenía programada con el murciano Carlos Alcaraz en Las Vegas. Llegaría muy justo en caso de que se cumplan los pronósticos más optimistas de su diagnóstico al Masters 1000 de Indian Wells, que arranca el 8 de marzo. En los últimos años el mallorquín se había ausentado de la cita de Miami al estar muy cerca de la temporada de tierra batida en la que se juega buena parte de la temporada. La premura de tiempo para llegar a la gira estadounidense podría propiciar que optara directamente por centrarse en trabajar sobre la arcilla, donde tiene, como cada año, el gran reto de pelear por Roland Garros.