Los aficionados del Real Mallorca que se desplazaron a Valencia en barco sufrieron una odisea, que desgraciadamente se está repitiendo en el viaje de regreso a la Isla debido al enorme retraso, más de cuatro horas, que se está acumulando motivado por la dificultad para acomodar a todo el pasaje.
A las doce del mediodía no habían zarpado cuando llevaban ya dos horas dentro de los autobuses, que les han acompañado desde Mallorca y que también viajan en el barco. Los problemas de acomodación han sido, al parecer, el gran culpable de este retraso, que ha indignado a los seguidores del Real Mallorca y que viajaban con este medio de transporte.
La compañía italiana GNV ha acumulado un retraso de más de cuatro horas en su salida de Valencia a Palma.
Al no haber butacas ni camarotes para todos, muchos seguidores tuvieron que dormir o acomodarse en el suelo, circunstancia que se está repitiendo también en esta ocasión, con el agravante del enorme cansancio que llevan ya en el cuerpo tras las muchas horas de autobús y sin poder dormir. Además los servicios de bar y cafetería son muy deficientes, al igual que los aseos.
A la desgracia de perder la final en los penaltis tienen que añadir el enorme perjuicio que supone viajar en estas condiciones.