En la fiesta de la final de la Copa del Rey siempre tiene que haber algunos dispuestos a enturbiar la buena convivencia generalizada entre los aficionados del Real Mallorca y el Athletic Club de Bilbao. La tensión se ha desatado a primera hora de la tarde cuando un grupo de radicales del conjunto rojiblanco ha lanzado bengalas y sillas contra aficionados bermellones entre los que se encontraban familias y niños.
Bengalas, botes de humo, piedras y mobiliario de las cafeterías han volado por los aires después de que medio centenar de seguidores radicales del Athletic Club de Bilbao irrumpieran en la zona en la que seguidores mallorquinistas disfrutaban de la comida o la sobremesa en la gran atmósfera que se ha generado en las calles de la capital andaluza. El ataque sorpresivo ha durado apenas unos segundos sin que por el momento se hayan registrado heridas de consideración. En las imágenes sí se ve a un mallorquinista con una brecha en la cabeza que ha recibido asistencia tras recibir el impacto de una silla.
Aficionados radicales del Real Mallorca han respondido al ataque y la aparición de la Policía Nacional ha contribuido a disuadir de inmediato a los ultras del Athletic Club, que a la carrera después de irrumpir en la zona se han dispersado por las calles de la capital andaluza después de unos segundos. Ha sido el único lunar de una jornada festiva entre los aficionados de los dos equipos, que en muchos puntos de Sevilla han compartido los momentos previos y sólo rivalizado de forma sana con cánticos.
Sevilla está blindada por la llegada de alrededor de 100.000 congregados para disfrutar de la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja, que abre sus puertas tres horas antes del partido para hacer más fluida la entrada y colocación de los seguidores con entrada, que alcanzan las 51.627, 21.000 adquiridas por los seguidor del Bilbao y 15.000 del Mallorca. Desde ambos clubes se ha informado de la llegada unos 250 autobuses -200 del Athletic y 50 del Mallorca- y de 2.700 vehículos, en su mayoría vascos (2.000, de los que 400 serán caravanas).