De Abdón Prats a Zubizarrera el torneo del KO hasta la final entre el Real Mallorca y el Athletic Club de Bilbao deja muchos nombres, lugares y momentos que se graban a fuego en los libros de historia del torneo del KO. Un diccionario en clave mallorquinista para recordar los hitos más especiales de la Copa del Rey 2023-24.
Abdón Prats. El héroe del mallorquinismo y autor de los goles más importantes de la historia más reciente del club se ha erigido en esta edición en el máximo realizador bermellón en el torneo del KO.
Boiro. El modesto club gallego de Regional Preferente fue el primer rival de los hombres de Javier Aguirre en la Copa del Rey. Un hat-trick de Abdón Prats y el primer tanto de Cyle Larin como mallorquinista certificaron la clasificación (0-4).
Cartuja. Después de disputar finales en el Santiago Bernabéu, en Mestalla y en el Martínez Valero, el estadio sevillano se ha convertido en el cuarto escenario que ingresa en los libros de historia de la SAD balear.
Darder. El fichaje más caro de la historia del Real Mallorca encontró su momento en la Copa tras sus altibajos en la liga. Dio un golpe en la mesa marcando el definitivo tanto en la tanda de penaltis en el Reale Arena que dio el pase a la final.
Éxodo. La final en Sevilla ha provocado el mayor desplazamiento de la historia del club, que agotó sus cerca de 21.000 entradas. La invasión mallorquinista en Sevilla se produjo por tierra, mar y aire y desde muchos rincones del planeta.
Final. El cuarto partido por el título del torneo del KO de la SAD balear le enfrentó al Athletic Club de Bilbao. Atlético de Madrid y Barcelona fueron los verdugos del Mallorca en 1991 y 1998 respectivamente y el Recreativo de Huelva su víctima en 2003.
Greif. Después de verse empujado al ostracismo por las lesiones y por Rajkovic a la suplencia en la liga, el meta eslovaco ha sido una pieza capital en el avance mallorquinista en el torneo del KO con actuaciones memorables como la firmada en el Reale Arena.
Heliodoro. El Real Mallorca estuvo contras las cuerdas en su visita a Tenerife en los octavos de final, pero un tanto de Larin cuando la prórroga agonizaba acabó las esperanzas canarias y multiplicó las mallorquinas.
Imbatibilidad. Greif no tuvo que recoger una pelota del fondo de su portería hasta los cuartos de final ante el Girona tras marca Stuani el 3-1 de penalti. El eslovaco había dejado su portería a cero los 338 minutos precedentes y volvería a hacerlo en la ida de semifinales.
Javier Aguirre. Tras Serra Ferrer, Héctor Cúper y Gregorio Manzano, el técnico mexicano ha ingresado en el libro de leyendas del mallorquinismo al guiar al conjunto bermellón a su cuarta final de la Copa del Rey.
Kohlberg. En su primera temporada al frente de la institución tras asumir el relevo de Robert Sarver ha disfrutado del mejor momento desde el desembarco de la propiedad estadounidense que en sus primeros pasos sufrió el descenso a Segunda B.
Larin. Una de las grandes apuestas de la dirección deportiva de la SAD balear no encontraba el tono en la Liga y elevó sus prestaciones en la Copa del Rey marcando cuatro tantos en otras tantas eliminatorias.
Merino. Su celebración en el tanto de la victoria de la Real Sociedad en Mallorca en Liga prendió una chispa en el vestuario para pelear por la vuelta en las semifinales de Copa. Los bermellones emularon su festejo a modo de respuesta tras eliminar a los txuri urdin.
Nadal. Fue el capitán que levantó al cielo de Elche la Copa del Rey conquistada ante el Recreativo de Huelva. Alzó el trofeo en el Martínez Valero junto a Chichi Soler, el único en disputar las primeras tres finales de la historia del club.
Oyarzabal. Después de ser una de las grandes dudas de Imanol en las semifinales coperas, neutralizó el tanto inicial de Gio González en la vuelta de las semifinales, pero se topó con Greif en el primer lanzamiento de la tanda de penaltis que selló el pase isleño.
Plantío. La tercera parada del Real Mallorca en la Copa fue en Burgos, donde los de Aguirre asaltaron el fortín castellano con goles de Gio González en el 63, Larin en el 75 y Abdón Prats en el 81. Nadie hasta la fecha ha ganado en tierras burgalesas esta temporada.
Quevedo. Ha sido uno de los canteranos junto a Sogorb, Yuzún Lei, Miguelito y Pere Joan que formaron parte de una eliminatoria copera sin llegar a debutar como si hicieron otros jóvenes como David López, Luna, Quintanilla, Marcos y Mascaró.
Reale Arena. Tras el 0-0 de la ida, el feudo donostiarra albergó una vuelta resuelta en los penaltis después del 1-1 con el que se llegó al tiempo reglamentario y que desembocó en la tanda tras la prórroga.
Son Moix. Volvió a disfrutar de una eliminatoria copera tras años de espera en el curso de su reinauguración y la afición vibró en una noche mágica en la que los hombres de Javier Aguirre doblegaron al equipo de moda, el Girona, en los cuartos de final (3-2).
Toni Amor. El técnico mallorquín es la mano derecha de Javier Aguirre, con el que trabaja desde hace años y al que ha acompañado en sus diferentes proyectos. Su capacidad y su conocimiento del entorno le convierten en una pieza clave.
Uno a cero. Es el resultado más repetido del Real Mallorca en sus eliminatorias del torneo del KO tanto como local (22) como jugando a domicilio (21).
Valle de Egües. La segunda escala del Real Mallorca en la Copa del Rey 23-24 fue en Mutilva, estadio al que se trasladó el conjunto navarro de Segunda RFEF para enfrentarse a los bermellones, que se impusieron.
Xabier Eskurza. Falló el tanto decisivo de la tanda de penaltis en la final de Mestalla ante el Fútbol Club Barcelona. Forma parte de la lista de jugadores que militaron en el Mallorca y el Athletic Club como Endika, Ruiz de Galarreta, Aduriz, Nagore o Saborit, entre otros.
Yeda. La ciudad de Arabia Saudí cede el testigo a Riad como sede de la Supercopa de 2025 en la que el Mallorca garantizó su presencia al alcanzar la final de La Cartuja. El Athletic también tiene el billete asegurado a la espera de que la liga defina sus dos primeros clasificados.
Zubizarreta. El que también fuera guardameta del Fútbol Club Barcelona y de la selección española fue el encargado de levantar la Copa del Rey conquistada por el Athletic Club de Bilbao en 1984.