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El podio de Mas y los triunfos de etapa reaniman al deprimido ciclismo español

El ciclista Enric Mas del Movistar durante la 20ª etapa de la Vuelta a España entre Moralzalzal y el Puerto de Navacerrada, este sábado. | Javier Lizón

| Madrid |

Los dos puestos en el podio de Enric Mas y Juan Ayuso, segundo y tercero tras el líder Remco Evenepoel, y las dos victorias de etapa de Marc Soler y Jesús Herrada es el destacado bagaje al final de la Vuelta 2022 de un ciclismo español que llegó a la carrera deprimido y sale seguro de que tiene buen presente y, más importante, un ilusionante futuro. Aunque falta una etapa por disputarse, la del paseo por Madrid en honor al ganador, la carrera quedó finiquitada este sábado en la Sierra de Guadarrama. Como lo demostraron las lágrimas del belga al cruzar la línea de meta, viéndose ya ganador, y las sucesivas comparecencias de los grandes de la carrera -Remco, Mas y Ayuso- para su valoración final.

El gran nombre español de esta Vuelta ha sido el de Enric Mas, que llegó hundido del Tour y rápidamente se rehabilitó. En la cuarta etapa, en Laguardia, disputándoles un esprint en subida a Primoz Roglic y Mads Pedersen. A partir de ahí, solo una floja contrarreloj en Alicante le impidió contar con opciones reales de ganar. Evenepoel siempre se le mantuvo lejos y hasta se le metió de por medio Roglic. Más agresivo, varios ataques en las últimas etapas hasta le reconciliaron con una afición hasta entonces muy crítica con su conservadora manera de correr. El premio a su cambio, que él asegura no haber percibido demasiado: ser líder indiscutible del Movistar para 2023 y mayor cariño de los aficionados.

Junto a Mas, han polarizado la atención de la afición española los jóvenes Ayuso y Rodríguez. Es decir, el futuro. A más durante toda la carrera, a Ayuso, que llegó a soñar con la camiseta roja, solo le frenó el covid en la crono. Aguantó la tercera semana como un jabato y también los ataques de Miguel Ángel López. A Carlos, que apuntaba a pelear con su coetáneo por el podio, le frenó una dura caída a cuatro días del final. Lo que le hizo perder hasta tres plazas en la general. Hasta entonces, siempre con los mejores. Pero el impacto de los dos prometedores españoles lo resume un dato de calado. El de que acabaron la carrera como lideres de los dos mejores equipos del mundo, el Ineos y el UAE. Los dos de más presupuesto y con varias figuras aambos en la salida en Holanda.

Una de esas figuras del UAE es Marc Soler, que he hecho su carrera aparte. Buscando éxitos individuales y ayudando al equipo cuando ha tocado. El catalán ha sido un pequeño Van Aert. Ganador en Bilbao, también ha sido segundo, tercero y cuarto en otras etapas y el gran gregario de sus líderes cuando lo situación lo demandaba. Se le ve crecido y a gusto a Soler en el UAE. Un quinto nombre español ha tenido su relevancia. Jesús Herrada, emotivo vencedor en Cistierna, donde se le saltaron las lágrimas de felicidad, y tercero en Tentudía, donde, como Soler, disparó al palo. Aún así ambos tienen que estar contentos. Porque lograr dos etapas, rompiendo una sequía de dos años, y, sobre todo, auparse a dos de los peldaños del podio final, no es poca cosa. Y menos para un ciclismo español que estaba deprimido viendo como se acababa un época y ahora se reanima de cara al fututo: Mas, Ayuso y Carlos Rodríguez lo han hecho posible.

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