Rafa Mir viajó a Palma después de la juerga en una discoteca de Valencia que acabó en su casa junto a su amigo Pablo Jara y dos chicas que denunciaron a ambos por agresión sexual. Aunque no es mallorquín, el jugador del Sevilla cedido al conjunto ché tiene muchos vínculos con la Isla y parte de su familia vive aquí.
El delantero murciano se enteró en Palma de la denuncia que pesaba contra él y de inmediato buscó asesoramiento legal. El futbolista acudió al despacho de Jaime Campaner, uno de los abogados penalistas más reputados. Campaner se encontraba el lunes en su despacho de Madrid y desde allí empieza a elaborar la defensa. El primer objetivo fundamental era evitar la prisión provisional. Para ello, una vez sabida la denuncia, Campaner se pone en contacto con la Guardia Civil de Valencia para expresar la máxima colaboración de su defendido.
Rafa Mir tenía previsto regresar desde Palma a las 21.00 horas, pero, aconsejado por su letrado, decide adelantar el vuelo a las 18:00 horas. En el avión le acompaña una abogada del despacho de Jaime Campaner y ambos se personan de forma inmediata en las dependencias de la Guardia Civil en Valencia.
A tenor de la gravedad de la denuncia, los responsables del Instituto Armado detienen al futbolista que pasa en los calabozos dos noches hasta su pase a disposición judicial este miércoles. Tras las declaraciones, la jueza decide dejar en libertad al acusado con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, una orden de alejamiento de 500 metros y la prohibición de contactar con las dos mujeres que le denunciaron a él y a su amigo y futbolista Pablo Jara. Sin embargo, el objetivo de evitar la prisión, se ha conseguido en gran parte por esta colaboración en la causa desde el primer momento. Ahora queda saber si el jugador volverá a la disciplina del equipo y qué harán en un futuro tanto el Sevilla como el Valencia.