«Perdí los nervios y estoy avergonzado por lo sucedido. Le pedí perdón al árbitro delante de todo el mundo». José Domingo Senges Valladores, entrenador del Consell prebenjamín, se muestra arrepentido del cabezazo que le propinó al colegiado Vicente Almarche González en la semifinal del campeonato de Mallorca de la categoría disputado el pasado viernes en S'Alqueria Blanca.
El técnico venezolano, que lleva cerca de 20 años residiendo en la Isla, explica lo sucedido: «Me acerqué un poco a él para recriminarle por qué no había detenido el partido cuando un jugador mío estaba en el suelo. Entonces me expulsó, nos pusimos cara a cara y perdí los nervios. No le di un golpe fuerte porque siguió arbitrando este partido y después otro. Estoy avergonzado por lo que hice y es lo que le he dicho a los niños. Que ellos lo habían hecho de forma fantástica y que el único que se había equivocado y gravemente había sido yo», asegura José Domingo.
Aunque el árbitro dice que el técnico no se dirigió a él para pedirle disculpas, el entrenador del Consell prebenjamín tiene una versión contraria. «Le pedí perdón delante de cinco o seis personas. Incluso le dí la mano y le abracé. No me considero una persona agresiva, pero fue un arrebato y lo siento de verdad».
Finalmente y a propósito de la sanción que le puede imponer el comité de competición por su acción, José Domingo lo asumirá: «La imagen es lamentable. Si no puedo entrenar nunca más a niños, pues lo aceptaré aunque es lo que más me gusta en el mundo».