El defensa holandés Frank de Boer confirmó ayer que el supuesto dopaje del que se le acusa corresponde a un análisis al que fue sometido en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA (Celta-Barcelona), pero ha asegurado que tiene «la conciencia muy tranquila». El jugador se entrenó con su equipo para preparar el próximo partido de Liga, contra el Rayo Vallecano, y no ha puesto ningún reparo en aclarar la información que ha desvelado el diario holandés «De Telegraaf», en el cual se recoge que el jugador podría haber dado positivo de nandrolona en un control antidopaje.
Esta sustancia está recogida en la lista de productos prohibidos que elabora el Comité Olímpico Internacional (COI) y una de sus peculiaridades es que incrementa la masa muscular y la resistencia. «No sé por qué esta sustancia está en mi cuerpo. Confío en los doctores de la selección y del Barcelona», añadió el jugador, quien aseguró que no está preocupado, ya que el club catalán ha solicitado un contraanálisis cuyos resultados se conocerán dentro de dos semanas.
El jugador se sometió, junto a su compañero Patrick Kluivert, a un control antidopaje el pasado 15 de marzo, con motivo del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Este control se produjo dos semanas después de que la selección holandesa jugase contra Turquía (28 de febrero). Su compatriota Edgar Davids también ha dado «no negativo» en la terminología jurídica italiana de nandrolona recientemente en un control andipopaje, tras el partido Juventus-Udinese.