Unas 60.000 «pompones» blancos, distribuidos entre el público -ataviado con ponchos verdes, azules y blancos-, iluminados con luces rojas, que dieron un colorido espectacular, ha sido el «pistoletazo» de salida de los Juegos Paralímpicos de Vancouver 2010 en el BC Palace de la ciudad canadiense que amaneció hoy con un día soleado aunque frío.
Siete niños dieron la bienvenida en diferentes idiomas a unos Juegos que han tomado el relevo de los Olímpicos en tierras canadienses y que en sus inicios ha vuelto a ser espectacular en cuanto a animación, colorido y vistosidad escénica con una coreografía dirigida por Patrick Roberge, cuya productora ya lo hizo en los Juegos Olímpicos de Calgary 1988 y en el lanzamiento del emblema olímpico y de las mascotas de Vancouver 2010.
La dirección artística ha sido de Daniel Planko, mientras que también hubo un apartado destacado con la actuación del cantante Terry Kelly.
Casi medio centenar de miembros de la Policía Montada del Canadá uniformados rindieron homenaje a la entonación del himno nacional canadiense, que interpretó una banda musical militar.
Toda la ceremonia fue explicada, a través de dos grandes pantallas, por el lenguaje de los signos para las personas con deficiencias auditivas.
Otro momento de vistosidad fue «vuelo» de la mascota de estos Juegos, Sumi, un animal con patas de oso negro -especie que habita en las montañas de Whistler-, que lleva el gorro de una orca, un «tocado» similar a los Primeros Pueblos que están tallados a lo largo de la Columbia Británica, que lleva las alas del gran «pájaro del trueno», que cuando las bate las hace tronar.
Los representantes de los cuarenta y cuatro países que participan en estos Juegos comenzaron a desfilar entre el regocijo, júbilo y las atronadoras ovaciones de los sesenta mil asistentes a la inauguración del evento.
La esquiadora Ursula Pueyo Marimón, con discapacidad física, ha sido la abanderada del equipo español en estos juegos donde han desfilado los representantes de Argentina (con el abanderado Juan Ignacio Maggi), de Armenia, Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bielorrusia, Bosnia Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Chile, China, Croacia, España, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia.
Completaron la lista de participantes los deportistas de Hungría, Islandia, Irán, Italia, Japón, Corea, Kazajistán, Mongolia, México (Juan Ruiz Hernández, como abanderado), Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Rumanía, Rusia, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, Suráfrica, Suecia, Suiza. Ucrania y Estados Unidos.
Luca Patuelli «Lazylez (piernas perezosas) puso la adrenalina por las nubes con su «breakdance», actividad que comenzó a practicar a los 15 años tras una operación de rodilla que le impidió seguir haciendo «skate».
Patuelli nació con artrogriposis múltiple congénita, un trastorno muscular que limita el movimiento de las articulaciones. A los ocho años fue diagnosticado con escoliosis, que afectó la curvatura de su columna vertebral.
La estadounidense Aimeé Mullins y la canadiense Chantal Petitclerc discapacitada física por un accidente a los 13 años, y ganadora de 21 medallas llevaron la ceremonia inaugural a su recta final en donde también destacó el dúo compuesto por el pianista canadiense Michael Kaeshammer y la vocalista -trompeta- Bria Skonberg con exhibición de jazz; y la fuerza del rockero de Quebec Martin Deschamps.
Tras el mensaje de bienvenida de John Furlong, responsable del comité organizador de Vancouver 2010, cerró el acto oficial el presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC) Philip Craven, junto a la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean.
El izado de la bandera olímpica bajo los sones del himno olímpico interpretado por una banda militar puso en marcha la décima edición de los Juegos paralímpicos que se celebrarán hasta el 22 de marzo en Vancouver.
El punto más emotivo lo protagonizaron Betty y Terry Fox, padres del desaparecido Terry Fox -al que a los 18 años se le diagnosticó un cáncer que le costó la amputación de la pierna derecha- quienes entregaron la antorcha al legendario Rick Hansen, paralizado de cintura para abajo a los 15 años tras un accidente de coche.
Terry Fox, natural de Vancouver, viajó corriendo con una prótesis por todo Canadá para recaudar dinero para la investigación del cáncer. Recorrió 3.500 kilómetros y lo tuvo que dejar por problemas de salud.
Finalmente, un joven de 15 años, con discapacidad física, fue el encargado de llevar la antorcha al pebetero.