Una prórroga maldita y cuatro triples de Schmidt en el tiempo extra acabaron con el sueño de un Palmer Alma Mediterránea Palma que se quedó sin recompensa tras tirar de épica para acariciar la que hubiera sido su tercera victoria del curso. Pero fue el Cáceres el que supo manejarse mejor en el momento decisivo para condenar a los isleños (87-92, para 2-16), que se quedan a cinco triunfos de una permanencia que se complica un poco más pese a dar la cara ante uno de los equipos de la zona alta. Pero volvió a salir cruz y, además, pierden a Olle Lundqvist, que abandona la Isla por la puerta de atrás cuando empezaba a mostrar la versión que se esperaba del sueco.
Llegó a tiempo Van Beck para ser el hombre clave en ataque (21 puntos), y arrancó con ímptu un Palmer que quería sumar la tercera pese a estar en cuadro, con apenas ocho jugadores del primer equipo. Pese al empuje desde el triple, la calidad y mayor oficio del Cáceres les permitió estar metidos en el partido (20-18, m. 10), incluso cuando el Palmer quiso marcharse. Colapsó el equipo de Pau Tomàs y Álex Pérez rumbo al descanso, cuando encadenó un 2-19 que les dejó once abajo (28-39) para alcanzar el ecuador con ocho de desventaja (31-39).
Quiso y pudo cerrar el partido el cuadro extremeño en el tercer cuarto, cuando recuperó su máxima renta (35-46). Pero apareció el estadounidense Wesley Van Beck, que junto a Pol Figueras abanderó la reacción que llevaría a encarar el parcial decisivo uno abajo (50-51). Kostadinov se unió a la fiesta y el Palmer Alma Mediterránea Palma le dio la vuelta al partido para abrir un pequeño margen (58-53), cinco puntos que invitaban a soñar en el tramo final de un partido tan apasionante como de urgencias para los baleares, colistas de la LEB Oro.
Dio un primer aviso Schmidt desde el triple para cerrar un parcial de 2-15 que pareció sentenciar el choque (60-68, a 1:13). Pero quedaba un final de locos, rubricado con un triple vital de Peñarroya a cuatro segundos para llevar el duelo a la prórroga (73-73). En el añadido, los triples de Schmidt frenaron todo intento del Palmer por tomar la iniciativa. Rodríguez y Dukan hicieron el resto desde el tiro libre para castigar de nuevo a un Palma que mereció más (87-92).