Sufrió demasiado el B the travel brand Mallorca Palma para tumbar a un correoso Oviedo (83-76), sumar el triunfo que hace trece en su hoja de servicios y hacerse en propiedad exclusiva con la tercera plaza de la clasificación, sin perder de vista al líder Valladolid (15-3) y a un Gipuzkoa del que apenas le separa un triunfo. Fue una victoria con matices, apoyada en la profundidad de la rotación del equipo Félix Alonso, su oficio y calidad, el acierto desde el triple en los momentos decisivos y la necesidad de hacerse fuertes en Son Moix.
No fue el mejor partido, delante estuvo un equipo acuciado por las necesidades y que mantiene un importante poso del que estuvo cerca de la Final Four el pasado curso. Pero lo que cuenta es el final y el triunfo se quedó en un Palau que fue testigo de los primeros minutos oficiales de un Matt Stainbrook que se ganó el aplauso de la grada y exhibió sus galones y su poderío físico en poco más de quince minutos en pista, en los que aportó 6 puntos y 4 rebotes y, por encima de todo, coleccionó confianza y sensaciones en pista.
Le costó al BTTB mantener su idilio con un 2020 en el que sigue invicto, amontonando tres victorias que le permiten encarar con plenas opciones un tramo decisivo de la temporada. Nuutinen lideró de inicio a los asturianos en un arranque en el que el juego de los isleños rotaba en torno Barac y Löfberg.
Pareció coger velocidad de crucero el equipo de Alonso cuando un triple de Joan Tomàs puso la máxima del partido en el electrónico (19-10, min. 9). Eran los peores momentos del Oviedo, sin acierto de cara al aro y al que asestó un duro golpe en forma de triple Lindqvist en el epílogo del primer cuarto (22-13).
Quedaba mucho por recorrer e iban a cambiar las tornas. Los errores penalizaban entonces al BTTB, que desaprovechó tres posesiones para irse en el electrónico. No lo hizo el Oviedo y entre Llorente y Jakstas metierono de nuevo en el choque a los asturianos. Entonces, Alonso echó mano de Matt Stainbrook. Lo notó el equipo, pues nada más saltar a pista anotó dos puntos que le dieron cien caballos de fuerza. Conectaba por entonces con Barac, pero el tándem Llorente-Jakstas se propuso recordar que la clasificación no es un aval en esta LEB Oro. Un parcial de 6-15 ponía por delante al Oviedo (27-28).
Tocaba tirar de oficio. Bropleh, Löfberg y Stainbrook tiraban de galones para evitar la fuga del Oviedo y dos triples del primero, uno sobre la bocina al ecuador del duelo, permitieron coger aire al B the travel brand (43-38, descanso).
Al ritmo de Llorente crecía el Oviedo. Y al de los triples de Bivià se sostenía el cinco de Alonso, que tiró del músculo de Tunde para frenar a Arteaga o Wright en un momento en el que sus errores penalizaron a los isleños. Apareció otra vez Quintela para desbloquear la crisis con dos triples que parecían despejar el horizonte (62-56). Para nada. Blázquez y Wright neutralizaban esa renta en los últimos segundos (62-60, min. 30). Sostenido por sus triples, con dos de arranque de Bertone y Joan Tomàs, el BTTB se conectaba a tiempo para dar forma a un margen de seguridad que asentó, de nuevo desde más allá de 6'75, Quintela (75-67). El temple de Bropleh y la buena defensa balear hicieron el resto para aliviar un sufrimiento del que tomar nota (83-76).