El pasado domingo Rafa Nadal fue homenajeado en la Philippe Chatrier de Roland Garros en un acto lleno de emoción, con la presencia de Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray en la pista donde ganó 14 títulos y se convirtió en leyenda. El mallorquín no pudo contener las lágrimas en esta emotivo ceremonia que tuvo lugar ante 15.000 personas entre las que se encontraban sus padres, Sebastià Nadal y Ana María Parera; su hermana, Maribel Nadal; su mujer Mery Perelló y su hijo, el pequeño Rafa.
Para la ocasión Rafa recurrió a uno de sus complementos estrella, el último modelo de su colección con la firma Richard Mille: el RM 27-05 Flying Tourbillon. El reloj, que ya lució hace apenas dos meses en la alfombra roja del aniversario de Kia, pesa 11,5 gramos y puede resistir una fuerza g de 14.000, estableciendo un doble récord para un reloj tourbillon de cuerda manual. Un complemento exclusivo con una edición limitada de 80 piezas cuyo precio asciende a un millón de euros. El ganador de 22 Grand Slams es ahora un apasionado coleccionista de relojes de lujo, pero no siempre ha sido así.
Tal y como explica la propia marca, «hasta que conoció a Richard Mille en 2008, Rafa se negaba a llevar reloj. Nadal se mostró reticente, de modo que Richard tuvo que insistir mucho para convencerlo». Tal fue el interés del diseñador que, en palabras del propio Nadal, «Richard vino a visitarme a casa y me mostró un modelo diciendo: 'este es el reloj que hemos creado para ti'. El reloj era de platino, así que pesaba bastante. Me extrañó muchísimo. De lo que no me di cuenta es de que me estaba gastando una broma. Cuando me probé el bueno, me encantó. Definitivamente nos habíamos entendido perfectamente. Ahora el reloj es para mí como una segunda piel».
Un encuentro que marcó el inicio de la colaboración entre la marca relojera y el tenista, que a lo largo de los años han creado una colección completa de relojes muy variados, desde el primer RM 027 hasta el último modelo presentado en 2024, el RM 27-05, que fue el que lució en el homenaje de este domingo. El ingenio del RM 27-05 proviene de la asociación entre el movimiento técnico y las secciones de la caja. El calibre se apoya en el fondo de la caja sin tornillos mediante protuberancias mecanizadas directamente en la caja.
Richard Mille creó en 2001 su empresa homónima de relojes de lujo y siempre tuvo claro que quería que sus diseños se pudiesen utilizar para hacer deporte. Tal es la relación de Mille y Nadal, que incluso fue uno de los invitados a su boda en Mallorca, ocasión en la que el exdeportista también llevó una pieza de la firma. Pero el de Nadal no fue el único reloj de lujo del evento: tal y como informa GQ Roger Federer lució el nuevo Rolex Land-Dweller 40, de un precio 15.450 euros, y Novak Djokovic se decantó por un Hublot Big Bang 20th Anniversary All Black, que cuesta 26.200 euros. Andy Murray, por su parte, decidió no llevar ningún reloj en esta cita.
Que se lo queden y no vuelva don homenajes y que se ponga pelo que se gaste pasta que para eso la tiene