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¿Te imaginas un verano sin depender de las gafas o lentillas?

Descubre las posibilidades que te ofrece la cirugía refractiva

Las personas con miopía, hipermetropía y/o astigmatismo que quieren dejar de depender de las gafas o lentes de contacto, actualmente, pueden optar por multitud de soluciones personalizadas

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Si llevas gafas, probablemente hayas experimentado la incomodidad que supone depender de ellas para realizar ciertas actividades cotidianas, sobre todo, de cara al verano, cuando más nos apetece disfrutar de la playa, la piscina y las vacaciones sin limitaciones.

«Algo tan cotidiano como encontrar la toalla al salir del agua puede convertirse en un hándicap para las personas con miopía o mala visión de lejos», destaca la Dra. Rocío Regueiro, oftalmóloga del equipo de cirugía refractiva de las clínicas Miranza Mallorca.

Los pacientes que acuden a sus consultas también destacan la frustración que supone no ver la cara de quien te habla mientras te estás bañando, sentir que te estás perdiendo la belleza del paisaje o que no puedes gozar de actividades como el buceo, el surf o la navegación. Sin olvidar el hecho de tener que llevar en la bolsa no solo las gafas normales, sino también las gafas de sol graduadas y, a menudo, el estuche y los líquidos de conservación de las lentillas.

Atención al uso de lentes de contacto en playas y piscinas

Según advierte el Dr. Emeterio Orduña, director médico de Miranza Mallorca, «usar lentes de contacto como alternativa a las gafas en la playa o en la piscina, así como para cualquier deporte acuático, está totalmente desaconsejado. Muchas veces los pacientes lo banalizan y no le dan mayor importancia porque no saben que en el agua hay microorganismos como la Acanthamoeba, cuya infección en portadores de lentes de contacto puede acabar perforando la córnea en menos de 24 h y requiriendo un trasplante, si no se trata a tiempo y adecuadamente».

A la mala práctica de bañarse con las lentillas también se suma la falta de higiene de las manos a la hora de ponerse/quitarse las lentes de contacto, así como otros malos hábitos, que suelen ser especialmente comunes en vacaciones, como limpiarlas con agua o con saliva en vez de con los productos adecuados al estar fuera de casa, llevarlas muchas horas puestas o dormir con ellas. Por todo esto, «un dato desconocido pero muy relevante es que el riesgo de infección o complicaciones graves es superior usando lentes de contacto que operándose de cirugía refractiva», apuntan desde Miranza Mallorca.

Con un equipo compuesto por 5 oftalmólogos expertos en este tipo de intervenciones, las cínicas mallorquinas que forman parte del Grupo Miranza, red líder en oftalmología a nivel nacional, son pioneras en la isla en la introducción del Lasik y otras técnicas de cirugía refractiva.

La cirugía refractiva, una opción segura, eficaz y cómoda

Las personas con miopía, hipermetropía y/o astigmatismo que quieren dejar de depender de las gafas o lentes de contacto, actualmente, pueden optar por multitud de soluciones personalizadas, que se dividen en dos grandes grupos de procedimientos quirúrgicos: la cirugía refractiva láser y la cirugía refractiva con lentes intraoculares.

En el primer caso, «hay varias técnicas que se basan en el uso del láser para moldear la córnea y, así, modificar el ángulo de incidencia de la luz que atraviesa el ojo para corregir el defecto refractivo. La más conocida es Lasik, con la que se han operado millones de ojos en el mundo y cuya eficacia y seguridad se ha demostrado desde hace más de 25 años», explica la Dra. Renata Rodrigues, también especialista de Miranza Mallorca.

El perfeccionamiento quirúrgico ha sido constante y los láseres utilizados son cada vez más eficaces y mínimamente invasivos para los tejidos oculares, proporcionando resultados que satisfacen de manera muy precisa las necesidades visuales de los pacientes, siempre y cuando se parta de una buena indicación de la cirugía.

Según el Dr. Javier Chacártegui, otro de los cirujanos refractivos de Miranza Mallorca, «para obtener éxito debemos analizar todos los datos del paciente. Realizar una exploración completa, tanto de la córnea como del resto del ojo, es imprescindible para saber si alguien es un buen candidato para operarse. Existe una indicación para cada paciente, teniendo en cuenta que no es mejor una técnica que otra, sino que hay una técnica adecuada para cada persona, ya no solo por sus características oculares, sino también por su profesión, aficiones, hábitos de vida y expectativas».

El otro gran grupo de técnicas que entran en juego a la hora de llevar a cabo esta elección son las lentes intraoculares, que cada vez son más comunes y que suelen estar indicadas, especialmente, en casos de altas graduaciones o en pacientes cuya córnea es de mala calidad, poco gruesa o está alterada. «Cuando implantamos estas lentes es como si el paciente, de algún modo, llevara una lentilla fija dentro del ojo, que no se mueve, ni se nota, ni se tiene que cambiar», aclara la Dra. Beatriz Framiñán, quien añade que, «además, tiene la ventaja de ser un procedimiento reversible, ya que, en cualquier momento, podemos volver al punto de partida antes de la cirugía, sin alterar las estructuras oculares».

Rápida recuperación

Tanto mediante técnicas láser como mediante implantación de lentes intraoculares, la cirugía refractiva es una intervención ambulatoria, que no requiere ingreso ni puntos en el ojo y que se completa en unos 15 minutos. Al salir de la clínica, el paciente suele tener una visión razonablemente buena, que irá mejorando progresivamente hasta alcanzar la visión óptima.

Tras la intervención, se suele recomendar descansar los ojos durante las primeras 24h y, en las primeras semanas, seguir ciertos cuidados postoperatorios (no maquillarse, evitar frotarse los ojos, usar lágrimas hidratantes artificiales…), además de la pauta médica de tratamiento, aunque ya se pueden retomar sin problema muchas actividades cotidianas.

«Por lo general, las técnicas de cirugía refractiva moderna permiten que, máximo a los 15 días, aproximadamente, los pacientes ya pueden vida normal y disfrutar de su nueva visión sin depender de las gafas ni lentillas», concluyen desde Miranza Mallorca. Gracias a ello, operarse en verano es una alternativa a considerar por cada vez más personas que no desean esperar para poder vivir las vacaciones con total comodidad y libertad visual.

Mas información en miranza.es | +34 871 160 180

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