Una gran variedad de fuentes estaban en la mesa, la mayor parte de ellas con manjares para nosotros desconocidos, todos picantes, apetitosos, agradables y raros. El comandante probó de todos, con objeto de poder formar juicio y decidir a cual dar la primacía…Puchero...Guacamole...Chile relleno...Guisado de pato...El guacamole desaparecía en la boca del comandante...Al llegar la hora de los postres salieron a relucir natillas, pasteles, dulces y jaleas de varias clases, flanes y gran profusión de frutas como doradas naranjas, olorosas piñas, peladas limas, jugosas uvas, la chirimoya de monda escamosa, el zapote, la granadilla, la pitahaya, el higo chumbo, el mamey, dátiles, higos, almendras, plátanos y una docena más de frutas raras, servidas en fruteros y bandejas de plata...¿De donde venía todo aquello? -Bebamos una copita de curaçao, señor coronel, permítame que le sirva. -A su salud, caballero!-Señor coronel, ¿prefiere usted aguardiente de Mallorca?-Venga también, gracias.-Y Pedro Jiménez, lo tengo muy bueno, añejo superior.-De todo, mi querido Don Cosme, de todo...-¿Café, señores? Entró un criado y sirvió la olorosa infusión en tazas de Sèvres.»
Curioso texto, fragmento del noveno capítulo de la novela titulada «Los tiradores de rifle» de la que fue autor el Capitán Mayne Reid. Nacido en 1818 en el Ulster, destinábanlo sus padres a la carrera eclesiástica. Pero a su naturaleza ardiente disgustábale la perspectiva de una vida sedentaria. Partió a América, anduvo por los territorios indios, haciendo la vida de cazador y de trampero, que también ha descrito en sus novelas. Estuvo en la expedición de Tejas de 1840. Fue maestro de escuela, actor, capataz, periodista...Volvió a Europa en 1849 y tomó parte en la guerra contra los sublevados húngaros...
En el texto que reproducimos podemos destacar el hoy famoso «Guacamole» que puede prepararse del siguiente modo: «Pelamos un aguacate de buen tamaño, le quitamos el hueso y lo aplastamos para formar una pasta. Seguidamente le agregamos una cebolla finamente picada y seguidamente, el zumo de un limón, una cucharadita de mostaza, un yogur natural y mezclamos estos ingredientes para que liguen de manera homogénea. Sazonamos la preparación con sal y pimienta y la vertemos en un cuenco. Lavamos después dos endivias, dos zanahorias y un apio, las endivias cortadas en dos mitades y las zanahorias y el apio en bastoncitos, colocando estas verduras y hortalizas en una bandeja para acompañar el bol o cuenco de guacamole».