Abandonar el tabaco no solo es un reto personal, sino una decisión con impacto directo en la esperanza y calidad de vida. Numerosos expertos en salud recalcan que dejar de fumar reduce drásticamente el riesgo de padecer enfermedades graves, como infartos, varios tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Y es que, en España, donde la prevalencia del tabaquismo sigue preocupando a autoridades sanitarias, las cifras hablan por sí mismas: los beneficios pueden notarse en pocos meses y mantenerse durante años.
El tabaco: un enemigo invisible para tu organismo
Muchas de las enfermedades asociadas al tabaquismo evolucionan de forma silenciosa, dañando pulmones, corazón y vasos sanguíneos mucho antes de que se manifiesten los primeros síntomas. A pesar de esto, el tabaco sigue formando parte de la vida diaria de millones de personas en España, a pesar de la creciente concienciación sobre sus riesgos. Según la Sociedad Española de Cardiología, fumar multiplica hasta por dos las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, mientras que también contribuye notablemente al desarrollo de arritmias y otras afecciones cardiovasculares.
Destacan las palabras de expertos como el cardiólogo José Abellán, quien en su práctica diaria observa las consecuencias devastadoras del tabaco. Su mensaje es claro: cada cigarrillo supone una amenaza directa a la vida, y abandonar este hábito es el primer paso para reducir esas probabilidades.
¿Qué beneficios obtengo si dejo de fumar ahora?
Las estadísticas son contundentes. Al dejar de fumar, según Abellán:
- El riesgo de desarrollar cáncer disminuye en un 40%.
- En solo un año, la probabilidad de sufrir un infarto se reduce a la mitad (50% menos).
- El riesgo de padecer demencia baja un 20% respecto a quienes continúan fumando.
- Si la persona deja el tabaco antes de los 40, puede llegar a aumentar su esperanza de vida en unos 10 años más.
Estos porcentajes no son hipótesis, sino resultados comprobados en estudios europeos publicados por instituciones reconocidas como el Instituto Nacional de Epidemiología y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dejar de fumar significa ganar años, calidad de vida y reducir hospitalizaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares y respiratorias.