El lenguaje corporal de los perros es complejo y fascinante, y uno de los aspectos más expresivos son sus orejas. Cuando un perro coloca sus orejas hacia atrás, generalmente indica que está experimentando tensión o miedo. Esta posición puede acompañarse de otros signos como una cabeza gacha, cola entre las patas y ojos entrecerrados, reflejando una actitud sumisa o defensiva.
Si el perro muestra los dientes junto con las orejas hacia atrás, esto puede ser una señal de que está dispuesto a defenderse si se siente amenazado. Sin embargo, no todas las posturas de orejas hacia atrás deben interpretarse como señales de miedo. Por ejemplo, si las orejas están levemente hacia atrás pero el perro tiene una postura relajada, podría estar mostrando sumisión amistosa, sin agresión.
Conocer estos matices es esencial para responder adecuadamente a las emociones de tu mascota. Interpretar erróneamente las señales puede provocar situaciones de estrés o incomodidad tanto para el animal como para su dueño.
La comunicación canina es un conjunto de señales visuales, y las orejas juegan un papel fundamental en esta expresión. Para garantizar una interacción segura y comprensiva, es importante observar otros aspectos como la cola, los ojos y la posición del cuerpo.