En tiempos de calor extremo, mantener una casa fresca sin recurrir al ventilador o al aire acondicionado puede parecer un desafío. Sin embargo, una innovación reciente promete cambiar esto. Se trata de una pintura diseñada específicamente para reflejar la luz solar y disipar el calor, logrando reducir la temperatura interior de los edificios de manera significativa, hasta 12 grados centígrados menos.
Esta pintura, desarrollada por investigadores de la Universidad de Purdue en Estados Unidos, contiene un compuesto de sulfato de bario que le permite reflejar el 98% de la luz solar y, al mismo tiempo, emitir calor infrarrojo. Este doble efecto ayuda a mantener las superficies más frescas que el aire circundante, una característica que la hace ideal para su uso en regiones con climas cálidos y en edificaciones expuestas directamente al sol.
La capacidad de esta pintura para reducir la temperatura no solo se traduce en un mayor confort en el hogar, sino que también puede tener un impacto significativo en la reducción del consumo de energía. Al disminuir la necesidad de utilizar aparatos de aire acondicionado, los propietarios pueden observar una bajada en sus facturas de electricidad y, de manera más amplia, contribuir a la disminución de la huella de carbono.
Además, esta tecnología no solo es aplicable a hogares. Se prevé su uso en edificios comerciales, almacenes e incluso en vehículos, ampliando así su potencial de impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. Los desarrolladores de la pintura están trabajando en su comercialización a gran escala, asegurando que sea accesible para una amplia variedad de aplicaciones.