La Federación Balear de Transportes celebró su asamblea general de este año 2018 y una posterior comida en el restaurante Binicomprat a la que asistieron más de 120 personas.
Con el foco puesto más concretamente en la sección de Servicio Discrecional de Viajeros, estos profesionales del sector, uno de los más estratégicos de la economía balear, se reunieron para tratar como cada año los problemas específicos del sector.
Con su presidente, Rafel Roig, a la cabeza, la asamblea coincidió en señalar que el que termina ahora no ha sido un año excesivamente bueno para este negocio y el de 2019, que comienza en breve, tampoco se presenta como un ejercicio que invite al optimismo.
La recuperación de otros destinos turísticos en el Mediterráneo y las previsiones a la baja fueron algunos de los temas considerados.