Nacido en Llucmajor en 1942, el fotógrafo Toni Catany falleció hace dos años en Barcelona. Son las últimas imágenes que tomó las que se muestran en la planta noble del Centre de Cultura Sa Nostra. La exposición Altars Profans, producida en colaboración con la Fundación Toni Catany, reúne 32 obras que nacieron tras atesorar objetos muy queridos e inmortalizarlos.
La idea del altar nació del recuerdo de la primavera de su infancia en Llucmajor cuando, deslumbrado por la ornamentación de la Mare de Déu de la iglesia del pueblo, jugaba a imitar aquellos fastos elaborando sus propios altares con imágenes religiosas, flores y otros adornos. Así, continuando con aquel juego infantil, dispuso sobre mesas cubiertas por oropeles sus objetos más preciados y creó bodegones de estados anímicos. Las fotografías del fotógrafo distinguido con el Premio Nacional, ya expuestas en Bruselas, recalaron en Sa Nostra para complacencia del visitante.