Sóller se vistió de gala para celebrar sus fiestas, cuyo broche final lo constituye el Firó. Las calles se engalanaron con las banderas moras y cristianas y se llenaron no solo de sollerics, sino también de gentes llegadas de toda la Isla.
Los visitantes pudieron recorrer los puestos instalados por las calles del centro y también contemplar de cerca a las Valentes Dones, elegantemente vestidas tras asistir a la Missa Major, durante la cual se bailó una ofrenda por parte de la agrupación Aires Sollerics.