Inca sigue en su empeño de situarse como una de las referencias culturales del interior de Mallorca. La iniciativa de diversos artistas, tanto locales como de otros municipios, con la colaboración de algunas instituciones, va cuajando en una fiesta de la cultura que va ganando en calidad y participación año tras año.
En esta ocasión, más que nunca, IncArt tomó la calle gracias a las instalaciones y performances en diversos escaparates vacíos de la zona comercial organizados por Can Monroig, a la música, al ambiente de los cellers, la participación de espacios particulares y las iniciativas solidarias, como la del Rotary Club de Inca, que invitó a decenas de artistas a decorar platos a beneficio del comedor social y el colegio Joan XXIII, instituciones en situación extrema.
Más de cincuenta artistas participaron en un buen puñado de espacios, tanto públicos como privados, en una fiesta que lucha por consolidarse año tras año n Curro Viera