Con ensaimada se celebró, que es lo que toca en esta tierra, el cumpleaños de S.M. Felipe VI, pero no una cualquiera. Una ensaimada mallorquina de un metro de diámetro. Este es el regalo que la Hermandad Nacional Monárquica de España en Baleares acordó regalar a su Majestad el Rey Felipe VI con motivo de su cumpleaños el pasado 30 de enero. El presidente de esta entidad, José Fernández, resaltó que un regalo de estas características «es el mejor presente que la Hermandad Monárquica en las Islas puede hacer al jefe del Estado», reiterando al mismo tiempo que «Baleares y Mallorca debe mucho a la Familia Real.
Su constante presencia en nuestras Islas dan prestigio a esta tierra que siempre ha reconocido, valorado y apreciado el respaldo de la Familia Real a Mallorca, tierra que llevan en su corazón». La ensaimada como símbolo de Balears, fue realizada en la pastelería Ángel, y fue entregada al Rey en su casa de la Zarzuela. José Fernández subrayó que «estamos especialmente orgullosos de la presencia de la Familia Real en Mallorca y confiamos en que la misma continúe en el tiempo.
Somos conscientes de que Su Majestad Felipe VI ha representado y lo seguirá haciendo la unidad y la concordia de este país, representando a España en las altas instancias internacionales y asumiendo como propio el valor que emana de la Constitución española que debe guiar el correcto camino de nuestra clase política». Lo suscribo. Ahora bien, me sorprende la poca información que los españoles tienen acerca de lo que significa ser un rey constitucional y cuáles sus funciones.