Benet Melsión, el empresario textil que mató de un disparo a su mujer en Puigpunyent ha fallecido esta mañana en Son Espases. El estado del hombre, de 82 años de edad, había empeorado en las últimas semanas y el juzgado que le investigaba por el crimen había adoptado una serie de medidas «humanitarias» para relajar la medida de prisión preventiva que acordó después del crimen. Melsión fue un empresario de éxito en los años 80 en Baleares al poner en marcha una firma de peletería.
El pasado 19 de marzo, en torno a las siete de la mañana empleó una de las escopetas que tenía en su casa para disparar a su mujer, Joana Borrás, mientras esta dormía. Después intentó encubrir lo sucedido como un suicido pactado y se disparó a sí mismo en el abdomen aunque solo se provocó heridas leves. Las llamadas que hizo entonces al 112 y las comunicaciones que mantuvo con sus hijos hicieron sospechar enseguida de esa versión y apuntaban a un crimen de violencia de género.
De hecho, el ahora fallecido había llamado en veinte ocasiones al 112 tras dispararse y, en una de esas comunicaciones decía: «Venid a buscarme, que he fallado el disparo». A sus hijos les llamó de madrugada y les pidió que acudieran a la vivienda a las diez de la mañana, lo que también apuntaba a una decisión premeditada. La víctima había hecho varios planes para la mañana siguiente y no tenía ningún tipo de enfermedad o situación que pudiera justificar ese supuesto pacto de suicidio.
La defensa de Melsión había solicitado el archivo de la causa y una serie de medidas ante su estado de salud. De hecho, el juzgado había recibido informes médicos que apuntaban a la gravedad de su estado y a una posible muerte. A la vista de esos informes, el instructor acordó ayer que permaneciera en el centro hospitalario pero no como preso. En cualquier caso, pedía que cualquier cambio en su estado o posible traslado le fuera comunicado al juzgado. Sobre el sospechoso del crimen también pesaba una orden para que no se comunicara con sus hijos, que ejercen la acusación particular contra él por matar a su madre. Estos testificaron que la relación se había deteriorado y que sospechaban de que el investigado maltrataba a la mujer de forma habitual. Justo el mismo día del crimen, la víctima iba a firmar en un notario la venta del domicilio común junto a uno de los hijos, en lo que se sospecha que fue el detonante del asesinato.
DEP , no estaba condenado por ello , ahora nunca sabremos si fue él , si fue un asesinato , un homicidio , un accidente o ayudó a encubrir a alguien o puede que ayudara a su mujer a que se suicidara. Aquí todo el mundo lo da por asesino , pero como la presunción de inocencia ya se lo pasa todo el mundo por el forro , pues así nos va. Esto ya parece la ley del sí es sí