Agentes de la Guardia Civil han logrado localizar y detener a un hombre, de 39 años de edad, que causó un fuego intencionado en un pesquero amarrado en el Puerto de Alcudia. El presunto autor había trabajado en él anteriormente; por lo que se investigó si era una especie de 'venganza'. Además, el incendio pudo haber causado gravísimos daños, ya que en el momento en el que le prendió fuego, estaba lleno de combustible y a menos de 50 metros de la gasolinera del muelle.
El incendio ocurrió durante la madrugada del pasado 7 de junio. Su propietario acudió a la embarcación al ver unas cortinas mal colocadas que le hicieron sospechar. Cuando entró en la sala de control, la encontró totalmente calcinada. Avisó a las fuerzas de seguridad y una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Pollença-Alcudia acudió a su llamada. Los agentes pasaron las diligencias a los compañeros de Policía Judicial, apoyados por el Laboratorio de Criminalística.
Tras una inspección ocular, se analizaron las cámaras de seguridad y los agentes pudieron identificar al autor de los hechos, un empleado anterior que faenó en la embarcación. El sistema de videovigilancia desveló que el detenido accedió encapuchado al barco, forzó el candado de una puerta lateral y, ya en el interior de la sala de control, la roció con gasolina, prendió fuego y cerró la puerta. Al abandonar
la embarcación, sufrió una caída que le provocó la fractura de la tibia de una de sus piernas.
Los agentes localizaron al incendiario y procedieron a su detención por un un delito de daños. De hecho, el valor de la reparación tras el violento fuego, asciende a más de 150.000 euros.
Como no dicen que es un español doy por hecho de que es un extranjero. Es más, los patrones casi siempre son españoles mientras que los marineros en el mundo de la pesca suelen ser extranjeros, por aquello de que vienen a hacer los trabajos que no quieren los españoles. Seguramente el propietario y patrón contrató al hombre y luego no le pagó lo prometido. Eso suele generar deseos de venganza, sobretodo en personas que no toleran bien las injusticias.