La Policía Local de Palma ha detenido a un joven, español de 28 años, que conduciendo ebrio tuvo un accidente y después golpeó los retrovisores y limpiaparabrisas de media docena de vehículos que encontró a su paso. Está acusado de un delito de daños, contra la seguridad vial y de apropiación indebida. Se le encontró un móvil del que no pudo explicar su procedencia.
El incidente tuvo lugar en la calle Juan Gris de la capital balear, en el barrio de Son Cotoner, el pasado martes sobre las 4.00 horas. Los testigos del accidente alertaron al 092 de que había una persona golpeando a los coches que estaban estacionados. Agentes de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) acudieron al lugar. Una vez allí los residentes le señalaron el coche que había sufrido el percance. Su conductor colisionó con uno, se bajó del vehículo y la emprendió a golpes. Luego se internó en un aparcamiento público.
Minutos más tarde el sospechoso se personó voluntariamente ante los policías locales. Admitió ser el autor de los hechos y alegó que había perdido el control del coche. Los agentes apreciaron evidentes síntomas de embriaguez. Una Unidad de Vehículos de accidentes (UVAC) acudió para realizarle la prueba de alcoholemia y arrojó un resultado de 0,74 mg/l, casi el triple del máximo permitido.
Durante la inspección de la zona, se localizaron seis vehículos con daños compatibles con los descritos por los testigos. El implicado reconoció ser el autor y justificó sus actos en que los coches estaban incorrectamente estacionados. En el transcurso de la intervención, se encontró en posesión del individuo un teléfono móvil cuya procedencia lícita no pudo acreditar. El hombre ofreció una versión sobre cómo lo había obtenido que no pudo ser corroborada por los agentes. El detenido fue trasladado a dependencias policiales para la instrucción de las correspondientes diligencias antes de su puesta a disposición judicial.
A ver. Así como han escrito el titular parece que el que estaba ebrio era el accidente, no el conductor que lo provocó.