La Policía Nacional ha detenido a un hombre, español de 67 años, acusado de dar una brutal paliza a un anciano en el baño del restaurante del hipódromo de Son Pardo, en Palma, para robarle un valioso Rolex que portaba en la muñeca. Las cámaras del establecimiento registraron al sospechoso saliendo del aseo y desde entonces los agentes lo buscaban. La víctima tuvo que ser hospitalizada de urgencia debido a los múltiples golpes que sufrió por todo el cuerpo.
El arresto, según fuentes judiciales, se produjo este martes por la tarde en un bar cerca de la calle Aragón. El varón se encontraba en compañía de otra persona tomando algo en la terraza del local. Un coche de la Policía Nacional que patrullaba por la zona observó al presunto delincuente y detuvo el vehículo. Poco después se unieron más agentes y arrestaron al sexagenario por un delito de robo con violencia. Era, sin duda, el de la imagen captada en el lugar de los hechos.
La brutal agresión se produjo el pasado sábado día 3 del presente mes. Un anciano, de unos 90 años, fue al servicio del restaurante de Son Pardo. Allí, y por la espalda, recibió un gran número de golpes por la espalda. Y también en otras partes del cuerpo. Tras esto le quitaron un Rolex de la muñeca, valorado en unos 50.000 euros, y el agresor se marchó como si nada del lugar. El perjudicado quedó tendido en el suelo del baño sangrando.
Hasta el lugar, tras hallar a la víctima en estado grave, acudieron varias patrullas de la Policía Nacional y una ambulancia. Los sanitarios atendieron en primer lugar allí al anciano y posteriormente lo trasladaron a Son Espases. Los agentes, tras hablar con los trabajadores del negocio y varios clientes por si habían visto algo, recopilaron las imágenes de una de las cámaras que enfoca a la salida de los baños y en una de ellas apareció el sospechoso. Tras varios días de búsqueda, y después de estrechar el cerco en los últimos días, este martes fue localizado y arrestado.
Esto es un ejemplo de como nos podrá ir en un futuro, no muy lejano, si seguimos pensando que no nos tiene que importar la pobreza y la emergencia habitacional. Lo he dicho, con cada nuevo pobre aumenta la criminalidad y la cantidad de asaltos que estamos viviendo en Palma desde hace un par de años, no lo habiamos visto nunca. Seguíd así de pasotas y veréis como ni ricos, ni clase media podrán salir a la calle, como ocurre en Latinoamérica.