Operarios municipales con maquinaria pesada, apoyados por policías nacionales y locales, han irrumpido este martes por la mañana en el poblado gitano de Son Banya para derribar las obras ilegales que los narcotraficantes construyeron meses atrás. El poblado ha sido cortado en dos partes: la parte de las chabolas, donde están los residentes, y la parte nueva, con una pista de 90 metros, que ha sido derruida por tres grandes máquinas de 30 toneladas de peso cada una.
Según ha podido saber Ultima Hora de fuentes de la investigación, el Ajuntament de Palma y la policía llevaban semanas ultimando el dispositivo, que se ha iniciado a las 9.30 horas de este martes, cuando la comitiva ha entrado por sorpresa en el gueto. Cinco casetas de narcos, donde se instaló un letrero gigante de neones que ponía Las Vegas, han sido arrasadas por las máquinas.
Asimismo, la rotonda donde se instaló un barco y la pista de hormigón de 8.000 metros cuadrados han sido demolidas, mientras el cordón policial se aseguraba de que los trabajadores municipales no son hostigados. También las verjas metálicas que se han construido alrededor de la zona nueva, para evitar que puedan ser visto desde fuera, han sido desmontadas.
Se trata de un mensaje claro a los narcotraficantes que dirigen el poblado: no hay impunidad urbanística ni policial y cualquier obra ilegal que se ejecute será derribada.