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La madre de la menor a la que pidieron sexo en el baño del colegio denuncia ante la Guardia Civil

La progenitora no está de acuerdo con las actuaciones del centro, que no considera necesario separar a los niños, y solicita la intervención de la Guardia Civil además de otras administraciones

Guardia Civil de Calvià. | Guardia Civil

| Palma |

Margarita, nombre ficticio para esta madre, ha decidido interponer una denuncia formal ante la Guardia Civil de Calvià por los hechos que acontecieron a su hija el pasado mes de abril de este 2024; aunque, realmente, la denuncia recae sobre la actuación que el centro, un colegio de Son Ferrer, adoptó tras lo sucedido.

La niña, de once años de edad y diez en el momento de los hechos, acudió a la llamada de un compañero que, tras pedirle que entrara al baño con él, cerró la puerta y le dijo que se desnudara, que se bajara los pantalones y que harían sexo rápido; tal y como se ha certificado en el informe que se confeccionó ese día en el centro. Tras varias reuniones y peticiones, Margarita no ha logrado que separen a los niños por lo que los dos han compartido aula, tanto después de lo sucedido, como ahora en el arranque del nuevo curso.

Además de seguir adelante con su lucha personal, Margarita pretende también devolver la condición original a los baños del centro, ya que, según explica, se reacondicionaron y se catalogaron como mixtos «en contra de lo que pensábamos los padres», dice. Por ello, y tras lo ocurrido a su hija, recogerá firmas el próximo viernes a las puertas del centro para conseguir más apoyo y lograr su propósito de separar los aseos «para chicos y chicas», defiende.

«Según me han comunicado, no podían llevar a cabo ese cambio porque lo prohíbe una ley municipal, o eso me han explicado algunos regidores de Calvià», explica Margarita tras una reunión que ha tenido lugar este pasado martes. Asimismo, recalca el orgullo que siente por el comportamiento de su hija que «fue muy madura y lo gestionó muy bien, siempre hemos hablado de todo, con confianza y franqueza sobre el sexo, ellos reciben educación sexual; hasta ahí todo bien pero ahora que ocurre todo esto, ¿qué?», exclama decepcionada. Según su testimonio, cuenta que el día del episodio, el policía tutor pasó por el centro poco después de lo ocurrido «y nadie le dijo nada, para no darle más bola al tema, me dijeron desde el colegio. Es increíble».

El caso de la hija de Margarita ha abierto el debate, tanto en el municipio como en las redes, sobre si los baños deben ser mixtos en estas edades. Por un lado, se aboga por la coeducación y formación desde el respeto al prójimo; por otro, se contempla que, además de educar, quizás algunos límites y protocolos deben activarse antes para evitar que se acabe dañando a los más pequeños.

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