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La muerte de Eusebio a los 16 años: cosido a puñaladas por la banda de los 'Bling Bling'

En 2007 el menor de origen guineano fue atacado en pleno centro de Palma por miembros de una banda latina rival

| Palma |

El 9 de diciembre de 2007 un joven de 16 años, de origen guineano, se desplomó inerte en una calle de Palma, cosido a puñaladas. Eusebio Ebulabate, conocido por todos como 'Bertín', fue atacado por miembros de una banda rival y dos hermanos fueron detenidos y juzgados en Palma. Esta es la crónica de un crimen que evidenció que las bandas latinas se habían instalado siniestramente en la capital balear.

La víctima y uno de los agresores -que resultaron ser dos hermanos- se encontraron en la esquina de las calles Antoni Marqués con Blanquerna, muy cerca del cine Rívoli. Al parecer Eusebio Ebulabate, de 16 años, era vecino del supuesto homicida, ya que ambos residían en un edificio de la calle Eucaliptus, en la barriada de Son Gibert, cerca de Es Rafal.

Junto a los dos jóvenes había otros miembros de bandas juveniles dominicanas y guineanas, que ya se habían enfrentado en septiembre en una riña multitudinaria en una discoteca de la calle Joan Miró. Esa noche, pues, era el desquite y los dos grupos se enfrentaron en plena vía pública, en el centro de Palma. Y con armas blancas.

Imagen de Eusebio Ebulabate, el menor asesinado.

De repente, Eusebio cayó desplomado sobre la acera y sus amigos comenzaron a gritar, pidiendo ayuda. Efectivos del cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local acudieron en pocos minutos a esa dirección y el personal de una ambulancia estuvo media hora intentando reanimar al joven, que agonizaba en la calle. Los GAP (Grupo de Acción Preventiva) y el Grupo de Homicidios se desplegaron por distintos puntos de Palma en busca del agresor, que había conseguido huir con su hermano.

Las heridas, sobre todo la punzada en el corazón, eran de tal gravedad que 'Bertín' finalmente falleció. La Jefatura de Policía y el cuartel de San Fernando, en estrecha colaboración, consiguieron detener a los dos sospechosos. El de 15 años admitió ante la jueza que fue él quien atacó a la víctima con un arma blanca para defender a su hermano mayor, que estaba siendo agredido con una botella en plena calle. De esta manera, el menor desde un primer momento exculpó a su hermano mayor, de 17 años.

El funeral por el menor guineano fue multitudinario.

El 11 de diciembre de ese año, los dos familiares ingresaron en el centro de Menores de Es Pinaret. Pero el asunto no acabó aquí. La tensión era tal que tres amigos de Eusebio Ebulabate se enfrentaron a condenas de cárcel por amenazar a los asesinos del joven guineano. La Fiscalía pidió una condena de año y medio de cárcel para dos de ellos, de 20 y 23 años de edad y de tres años para el otro por delitos de amenazas.

La Fiscalía sostuvo que los tres acusados contactaron con menores internados en el mismo centro que los dos hermanos autores de la muerte de Ebulabate para que les intimidaran. Incluso uno de los acusados llegó a ofrecer 200 euros a un interno para que diera una paliza a los hermanos. En otra ocasión, le comentó a otro menor también recluido que uno de sus amigos tenía un revólver para disparar a los hermanos.

Los sanitarios intentando reanimar al menor apuñalado.

Los hechos que se achacaban a los otros dos acusados eran similares. Ambos contactaron con otro menor que estaba de permiso y le dijeron que un tal 'Vitri' tenía una pistola y que «les iba a explotar con una 45».

El padre de Eusebio Ebulabate, que se llamaba como él, reiteró en los juzgados que creía que el asesino de su hijo era el mayor de los dos hermanos considerados culpables, y que el pequeño había confesado el crimen porque cumpliría menos pena debido a su edad.

La Justicia le dio la razón y cuando se celebró el juicio, la sentencia dictaminó que fue el mayor el que sacó el cuchillo y, situado de frente a la víctima, le asestó cuatro puñaladas mortales. El abogado del adolescente que confesó ser el autor material del homicidio solicitó ante el tribunal de la sección segunda que se apreciaran las circunstancias atenuantes de obcecación y de colaboración, ya que el muchacho en seguida cooperó con la Policía para esclarecer lo ocurrido y para que encontraran el arma utilizada. El menor fue condenado por homicidio y asociación ilícita a una medida de seis años de internamiento en régimen cerrado, seguido de tres años de libertad vigilada.

La familia de Eusebio era muy querida en Son Gibert.

Al mayor de los hermanos se le impuso la medida máxima por los mismos hechos, es decir, diez años de internamiento en régimen cerrado seguido de cinco años de libertad vigilada. Hubo un tercer menor condenado: un menor que facilitó el arma al homicida. A otros cinco adolescentes les impusieron penas menores por asociación ilícita. Al final, las penas fueron rebajadas, lo que provocó la indignación de la familia de 'Bertín'.

El crimen, en plena calle del centro de Palma, destapó unas oscuras rencillas entre la poderosa banda de los 'Bling, Bling' y sus rivales, los 'G.A.' (Gettho Army). No eran las únicas que en aquellos años campaban a sus anchas: ‘Ñetas’, ‘Latin Kings’, y ‘Trinitarios, entre otros, luchaban por hacerse con el control de calles y barrios enteros.

La trágica muerte de 'Bertín' fue un punto de inflexión: si la policía no actuaba con contundencia, Palma corría el riesgo de seguir el camino de Madrid u otras grandes ciudades españolas, donde las bandas latinas atemorizaban a la población. El correctivo, que duró años, fue muy duro y la presión policial y judicial acabó con estas organizaciones mafiosas, que nunca se han recuperado del golpe.

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