El ex policía local de Son Servera acusado de intentar matar a su mujer asfixiándola con un fular se paró a comprar un paquete de tabaco cuando su jefe le llamó para que acudiera a la comisaría. El ex agente, Julián C. V., de 59 años, solo ha contestado a las preguntas de su abogado este miércoles en la Audiencia de Palma y ha negado haber tratado de estrangular a la víctima.
-No ocurrió. No entré en la habitación. Si hubiera hecho lo que ella dice, que no pesaba ni 50 kilos, habrían sido otras las consecuencias. Ella se marchó tranquilamente de la casa, cogió la puerta y se fue. Ni más ni menos.
El acusado ha relatado ante el tribunal de la Sección Segunda que preguntó a su mujer cómo se habían roto los cristales de la puerta de la cocina. «Ella cuando bebía y consumía un poco de coca se ponía histérica. Se fue al baño y le pregunté si se había hecho algo. Se puso agresiva y empezó a darme empujones y manotazos».
El ex policía, que trabajó 35 años como agente en Son Servera, ha asegurado que su mujer no llevaba fular el día de los hechos, el 8 de marzo de 2018, en el domicilio en el que convivían. Los dos habían vuelto de una comida y al cruzar la puerta de la casa el hombre empezó a insultarla. «Me dijo que mis amigas eran unas putas y que no saliera con ellas más. Discutimos unos segundos y me metió en el baño. Allí me empezó a dar manotazos. Estaba fuera de sí, tiró de una estantería botes de perfume y se rompieron todos», explicó la víctima, el lunes pasado, en la primera sesión del juicio.
La agresión continuó en el dormitorio. «No paraba de repetirme que no valía para nada. Y allí me cogió del fular, me apretó con fuerza y me tiró a la cama. Yo le suplicaba que me dejara, que me estaba asfixiando, pero él seguía tirando más fuerte», recordó la mujer. "No paraba de repetirme que se iba a la cárcel, pero que tenía que hacerlo", añadió. «Me llevó al cuarto, me tiró a la cama y empezó a apretarme el fular que llevaba al cuello. Le dije que me estaba asfixiando y él seguía tirando más fuerte».
Un agente de la Guardia Civil de Artà, que se entrevistó a la víctima en el PAC de Son Servera, ha explicado que la mujer en un principio no quería denunciar. "Manifestó que su marido llegó a su casa bebido y la atacó ahogándola con una bufanda". La víctima tenía marcas en el cuello y llevaba unas grapas en la mano.
La Fiscalía pide una condena de 10 años de cárcel para el acusado por un delito de tentativa de homicidio y que indemnice a la perjudicada, que ha sido representada por el abogado Miquel Fiol, con 4.000 euros por las lesiones y el daño moral.