Sempre lluitant,
sempre triomfant,
sempre feliç.
sempre formaràs part de la màgia del nostre club, sempre amb nosaltres, Guiem!
Guiem Comamala Fiol estará presente siempre en la pista de volei playa número 1 de Son Caulelles, en Pòrtol, donde cuelga una pancarta con una fotografía suya jugando a voleibol. «No podremos seguir sumando momentos tan intensos y mágicos a tu lado, pero puedes estar seguro que siempre te tendremos con nosotros», ha dicho este sábado por la tarde el presidente del Club Voleibol Pòrtol, Carlos Caimari, en un emotivo homenaje en la pista que lleva el nombre del joven fallecido tras ser arrollado por un yate en Cala Bona.
Guiem tenía 20 años. «Estarás en cada equipo, detrás de cada jugador, detrás de cada jugadora, detrás de cada jugada, estarás siempre allí... acompañándonos». El alcalde de Marratxí, Jaume Llompart, ha entregado un ramo de flores y una placa a la familia del joven. «Empezaremos la nueva temporada a tu lado, Guiem, con tu humildad y con el permiso de tu familia siempre serás nuestro. Familia Comamala Fiol, sois un ejemplo, estaremos a vuestro lado para todo lo que necesitéis».
Los compañeros de la víctima del accidente náutico de Cala Bona, junto con familiares, amigos y representantes del Ajuntament de Marratxí y del Govern, han guardado un minuto de silencio a las 19.00 horas en memoria del joven jugador. El club ha inaugurado de esta forma la primera edición del Torneig Nocturn Volei Platja Guillem Comamala Fiol. El alcalde de Marratxí también ha pronunciado unas palabras dedicadas a la familia de la víctima: «Creo que es de recibo que su nombre quede aquí [en la pista] donde tanto disfrutó y creció».
Tragedia
El accidente ocurrió la noche del pasado 24 de agosto en aguas de Cala Bona. Guiem Comamala, de 20 años, se encontraba pescando calamares con su tío y su primo en un bote. El lujoso yate ‘La Luna’, de bandera alemana y casi 20 metros, embistió a la pequeña embarcación por la parte derecha de la popa y destrozó el motor fuera borda. Guiem, que estaba en la zona del motor, cayó al mar y fue alcanzado por las hélices del barco, que le provocaron la muerte. Los otros dos ocupantes resultaron ilesos.
El patrón del yate, Dennis Viehof, miembro de una de las familias más ricas de Alemania, continuó navegando hasta el Club Náutico de Porto Cristo, donde tiene el amarre. La Guardia Civil localizó el barco al día siguiente y lo precintó. El hombre, que se acogió a su derecho de no declarar, está acusado de un delito de homicidio imprudente y otro de omisión del deber de socorro.