Un entrenador de fútbol de categoría infantil «muy querido por todos». Es el sentido mensaje de despedida que le ha dedicado el equipo en el que entrenaba, el St Joseph's AFC Waterford, en redes sociales, recordando la figura de Michael Grant, un turista irlandés que se encontraba de vacaciones en Mallorca junto a su familia.
Sin duda, una pérdida irremplazable, tal y como ha señalado el club en las redes. «También queremos reconocer el dolor y la conmoción que están experimentando. Michael fue una parte importante de sus vidas y su pérdida es profundamente personal para cada uno de nosotros», ha indicado el equipo.
Para ellos, era mucho más que un simple entrenador. Su figura iba más allá del fútbol, ya que era vital dentro de la estructura interna del club. «Michael era una parte integral de nuestra comunidad y su ausencia se sentirá profundamente. No era sólo un entrenador, sino un mentor y un amigo de todos los niños y miembros adultos en St Joseph's». Por otra parte, han explicado que en los próximos días compartirán más detalles sobre el homenaje que le están preparando a Grant «para honrar su memoria».
Por último, le han dedicado un emotivo mensaje de despedida. «Michael, que duermas bien, querido amigo. Te extrañaremos para siempre, pero tu legado y el amor que compartiste nunca serán olvidados y siempre vivirán en nuestro club» ha expresado el equipo irlandés en redes sociales.
La Guardia Civil busca al conductor que atropelló
El cuerpo sin vida de Michael fue hallado la madrugada de este lunes. Un vigilante de seguridad alertó a un coche patrulla de que había observado a un turista caminando de manera errática por la calle Martín Ros de Magaluf, muy cerca de Punta Ballena, y poco después se desplomó. Los policías locales que acudieron hasta la zona, intentaron reanimarle pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
La Guardia Civil está buscando al conductor que le atropelló el pasado lunes. Se ha conocido que Grant estuvo implicado en una trifulca antes de que fuera arrollado. Su cuerpo tenía marcas de dos mordiscos, varios golpes a la altura de las rodillas y un pequeño cristal incrustado en su espalda.