De muerte natural a posible homicidio. El turista que fue hallado muerto en una calle de Magaluf sufrió un atropello minutos antes. Así se desprende de las lesiones que presentaba el varón, irlándes de 45 años, en una de sus piernas. Las heridas eran compatibles con el golpe de un vehículo. La víctima también presentaba dos mordeduras, una en el hombro y en un brazo, y una herida incisa con un vidrio en su interior. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià busca al conductor que le golpeó, que podía ser el mismo con el que tuvo un enfrentamiento. Está previsto que este martes se le practique la autopsia a la víctima.
Según ha podido saber este diario, el hallazgo de dichas heridas fueron observadas por la forense de guardia que acudió al lugar donde fue examinó el cuerpo del fallecido. En un primer momento se pensó que el extranjero, que se encontraba de vacaciones con su mujer y sus dos hijos menores de edad, podía haber fallecido por causa natural.
El cuerpo sin vida del hombre fue hallado sobre las 4.30 horas. Un vigilante de seguridad alertó a un coche patrulla de que había observado a un turista caminando de manera errática por la calle Martín Ros de Magaluf, muy cerca de Punta Ballena, y poco después se desplomó. Los policías locales empezaron a realizarle las maniobras de reanimación, pero no pudieron hacer nada. También acudieron agentes de la Guardia Civil y un ambulancia. Los sanitarios únicamente pudieron comprobar que la víctima había fallecido.
El visitante portaba una pulsera de un conocido hotel de la zona y los agentes se trasladaron hasta el establecimiento, ubicado en la avenida Pedro Vaquer Ramis, para dar a conocer la noticia a sus familiares. El varón llevaba tatuado el nombre de su mujer y sus hijos, lo que ayudó a localizarlos. Posteriormente se activaron psicólogos de guardia, que estuvieron con sus allegados, tras conocer lo sucedido.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià inició en ese momento la investigación. El rumbo de las pesquisas cambió al conocerse la herida producto de un atropello que presentaba el visitante en una de sus extremidades inferiores y las otras lesiones, las de mordeduras y la incisa realizada con un cristal. Los agentes revisan las cámaras que hay por la zona para tratar de identificar al conductor que le atropelló para saber si es el mismo con el que tuvo un enfrentamiento previo.